La Memoria Histórica: aportación de Paul Preston

La Memoria Histórica y la Ley que pretende regularla no hay forma de mantenerla en el olvido. Inexplicablemente. La teoría de que el pueblo que olvida su historia está condenado a repetirla no es sustentada por ciertos grupos que no voy a calificar de retrógrados aunque si sean  muy entusiastas de hechos más lejanos en el tiempo, como el inicio de la Reconquista en Covadonga por el rey Don Pelayo que culminó con la toma de Granada y la anexión del Reino de Navarra unos años más tarde, con lo que se llegó al Estado moderno que es hoy España aunque en pleno siglo XXI haya hijos desnaturalizados que, por el vil metal, quieren dejar de serlo mediante una apostasía civil, algo casi tan difícil de conseguir como la eclesiástica.

En España, pues, lo de la Memoria Histórica huele a cuerno quemado para ciertos sectores que siguen poniendo todos los impedimentos posibles para su aplicación y algunos, como el juez Garzón, que puso mucho interés en el empeño se ve ahora a punto de ser sentado en el banquillo de los acusados por la denuncia de unos actores muy señalados en la contienda fraticida, los falangistas.

 Este juez Campeador está teniendo muy mala suerte: seguramente es porque no es cuidadoso en la instrucción de los sumarios y así lo pillan siempre. Hoy Ignacio Escolar en su blog  “Baltasar Garzón no sólo será la primera y probablemente única persona juzgada por los crímenes del franquismo (por investigarlos, se entiende). También se va a convertir en el segundo en responder ante un tribunal por el caso Gürtel, después del portavoz socialista en Valencia, Ángel Luna. Ambos reos, Garzón y Luna, dan la medida de la justicia en España: dos de las personas que investigaron y denunciaron la ponzoña de la Gürtel se sientan en el banquillo, mientras que los acusados de corrupción, que repiten en la listas del PP, se sentarán en los escaños de las cortes valencianas” O sea,  Unos al banquillo, otros al escaño

Y como Paul Preston no vive en España se ha permitido escribir para refrescarnos la memoria “‘El Holocausto español. Odio y exterminio en la Guerra Civil y después’ donde detalla detalla las masacres cometidas por el ejercito franquista y las matanzas del bando republicano durante la Guerra Civil como la cometida en Paracuellos del Járama y la directa implicación de Santiago Carrillo del que dice: ”sus mentiras son  infantiles, es una ridiculez decir que no sabía nada de unos  hechos si era el responsable de Orden Público que nombró  director de Seguridad a Segundo Serrano Poncela, el que organizó a diario las sacas», “las ejecuciones de Paracuellos constituyen la mayor atrocidad cometida en territorio republicano durante la Guerra Civil española»

También dice que la  represión organizada, por uno y otro bando, fue muy diferente tanto de manera cualitativa y cuantitativamente. Cifra en 20.000 los muertos republicanos a finales de marzo de 1939 y alude a las cifra de 130.000 nombres de víctimas obtenidas por los «investigadores locales». “la represión orquestada por los militares insurrectos fue una operación minuciosamente» planificada con mucha «disciplina» y recuerda las palabras del general Emilio Mola que llamaba a «eliminar sin escrúpulos ni vacilación a todos los que no sean como nosotros» sin embargo, la represión en la zona republicana fue mucho más «impulsiva y se intensificó a medida que los refugiados traían noticias de las atrocidades del Ejército y los bombardeos rebeldes».

Defiende así la Memoria Histórica: «Cualquier sociedad necesita conocer su pasado y la identificación de los muertos. No estoy de acuerdo con quienes aseguran que identificar a las víctimas sea «remover las cenizas».