Pío Moa en consonancia con Pérez Reverte

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Pérez Reverte, dotado de una prodigiosa imaginación de novelista, tiene cada vez más patente de corso en lo que dice y en cómo lo dice en sus colaboraciones en la prensa. Siendo como es académico de la lengua se comporta, al menos en el lenguaje, como los cómicos de la legua, nombre  que daban antiguamente a los miembros de compañías ambulantes, y a los que, debido a la mala reputación de la profesión teatral, se les obligaba a acampar «a una legua» de las murallas de la ciudad., mala  reputación en cuanto a su forma de vida y de su total inhibición, en  cuanto al lenguaje, algo  de lo que no nos escandalizamos en absoluto, porque no creemos que la moral y las buenas costumbres consistan en una contención en el lenguaje aunque también hay que respetar a los abundantes meapilas y pulcros , que suelen cogérsela con papel de fumar aunque muchas veces todo sea pura hipocresía y apariencia.

En todo caso su lenguaje y forma de llamar las cosas son un soplo de aire fresco, una modalidad de lenguaje desgarrado que todos solemos utilizar con las excepciones antes descritas y que pretende entrar como un bisturí, y por ello es tan apreciado, en cualquier colectivo o situación, sin que haya nadie que se libre de él.

En este caso ha enfilado a lo señores diputados no economizando términos escatológicos aunque a veces los sustituya por otros más eufemísticos: ciscar por cagar, pero manteniendo la mayor, conteniendo “las ganas de acercarme a cualquiera de ellos y ciscarme en su puta madre.”, algo que se dice a todas horas en la calle y en la barra del bar, ante el diputado que se lo está llevando calentito a casa sin dar golpe o los que están practicando el cohecho como animales.

Pero dejemos al académico en algunas de sus expresiones que no desmerecen ni en inteligencia ni en realismo de algunas de Cela o de Fernández Gómez, el que pasó a la historia,  además de por ser un gran actor, como un gran escritor: “Váyase usted a la mierda”, en el Círculo de Bellas Artes de Madrid, el nido de progres y ex checa para la carcundia imperante:

“Paso a menudo por la carrera de San Jerónimo, caminando por la acera opuesta a las Cortes, y a veces coincido con la salida de los diputados del Congreso. Hay coches oficiales con sus conductores y escoltas, periodistas dando los últimos canutazos junto a la verja, y un tropel de individuos de ambos sexos, encorbatados ellos y peripuestas ellas, saliendo del recinto con los aires que pueden ustedes imaginar. No identifico a casi ninguno, y apenas veo los telediarios; pero al pájaro se le conoce por la cagada. Van pavoneándose graves, importantes, seguros de su papel en los destinos de España, camino del coche o del restaurante donde seguirán trazando líneas maestras de la política nacional y periférica. No pocos salen arrogantes y sobrados como estrellas de la tele, con trajes a medida, zapatos caros y maneras afectadas de nuevos ricos. Oportunistas advenedizos que cada mañana se miran al espejo para comprobar que están despiertos y celebrar su buena suerte. Diputados, nada menos. Sin tener, algunos, el bachillerato. Ni haber trabajado en su vida. Desconociendo lo que es madrugar para fichar a las nueve de la mañana, o buscar curro fuera de la protección del partido político al que se afiliaron sabiamente desde jovencitos. Sin miedo a la cola del paro. Sin escrúpulos y sin vergüenza. Y en cada ocasión, cuando me cruzo con ese desfile insultante, con ese espectáculo de prepotencia absurda, experimento un intenso desagrado; un malestar íntimo, hecho de indignación y desprecio. No es un acto reflexivo, como digo. Sólo visceral. Desprovisto de razón. Un estallido de cólera interior. Las ganas de acercarme a cualquiera de ellos y ciscarme en su puta madre.”

Pero miren por dónde estas líneas, aparte de agradar a sus lectores, ha hecho diana en el intelecto de Pío Moa.,del que nos dicen que fue un antiguo activista antifranquista, que durante su juventud militó en el PCE y más tarde en el Partido Comunista de España (reconstituido) y en el grupo terrorista GRAPO.y autor de celebérrimas frases como «Franco no aniquiló a los rojos, los escarmentó»,  que dice que, por esta vez, Pérez Reverte tiene razón en su tratamiento del diputado, colocando de paso su peculiar ideología:

”la vicepresi del Congreso se ha enfadado porque Pérez Reverte ha expresado sus sentimientos en relación con los diputados. Confundiendo las cosas le amenaza: «Tenga cuidado cuando quiera ciscarse en la p… madre de alguien, no vaya a ser que sea un ciudadano que no sea parlamentario y se lo tome con menos paciencia y resignación». Pero el autor del artículo no se cisca, etc., en «alguien», sino en los diputados, y da la casualidad de que somos los ciudadanos quienes tenemos que hacer acopio de enormes dosis de paciencia y resignación para soportar las actividades de estos: eltrabajo y la dedicación» de estos politicastros, que podemos resumir en cosas como la ley de Memoria Chekista, los estatutos balcanizantes que dejan en «residual» la unidad de España, el socavamiento constante de la separación de poderes, la protección al aborto y a la delincuencia en general, y tantos otros trabajos y dedicaciones por el estilo. O su contribución y ejemplo en la degradación de la sociedad, sus riñas por ocultar la corrupción propia y exponer la ajena. ¿Algún diputado del PSOE denunció o protestó por la financiación ilegal de su partido cuando salieron a la luz la filesas y demás? ¿Alguno del PP muestra por el caso Gürtel otra preocupación que no sea el efecto en los votos y en su cuota de poder? ¡Ah, y lo de «diputados españoles»! ¿Qué tienen de españoles en su mayoría, con sus separatismos, sus negocios con la ETA, su apoyo a las dictaduras que nos amenazan, sus «realidades nacionales» y «padres de la patria andaluza», sus, nuevamente, estatutos balcanizantes…? Ni españoles ni demócratas. Simples ambiciosos de poder y dinero, sin principios ni escrúpulos. ¿Todos ellos? Seguramente no, pero las excepciones son eso, excepciones, y tímidas en extremo”

Evidentemente en esto si está de acuerdo Pío Moa, en que no le gusta el trabajo de los diputados y alaba el gusto de Pérez Reverte y sus ganas de acercarse a ellos y de circarse en su puta madre.

2 comments

  1. Pues muy bien por Pérez Reverte y por Pío Moa: dicen verdades como puños

  2. Estamos en el pais del toodo vale.
    Maltrato a los animales, incendios forestales, corrupcion politica hasta en la sopa, entre otros muchos males.
    Lo que no entendemos muchos ,es como nos dejan estar en Europa y no nos mandan para Africa.
    Asi es Vandalia.

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