Sara Carbonero y su ubicación en el terreno de juego

sara carbonero

ines sainz

Si escribimos el nombre de Sara Carbonero en google sale esta barbaridad: Aproximadamente 1.130.000 resultados en 0,16 segundos. Además la revista  FHM  ha elegido “The Five Sexiest Sports Reporters in the World” donde Sara ocupa el primer lugar. Por razones de espacio coloco sólo otra, la que ocupa el 5 º lugar, Inés Sainz, mexicana, fíjense como serán las demás y vean si Tele 5 iba a desaprovechar esta oportunidad, que no tiene nada que ver con que Sara sea una buena periodista.

En los tiempos que corren y contra estos poderosos argumentos el presidente de la Asociación de la Prensa de Madrid (APM)y ex presidente de la Federación de Asociaciones de Prensa, Fernando González Urbaneja  ha tachado de vergonzosa la colocación  de Sara Carbonero cerca de la portería de España, lugar donde se sitúan normalmente los reporteros a pie de campo. Porque le place a este sempiterno cargo de la prensa hispana esta periodista cuyo novio juega en la selección de España de portero -¡Casillas, por favor, no des algunas de las cantadas como las de la Liga ! – tiene que ser recolocada en el campo, como  si siguiera las directrices de los tabloides británicos que achacan a la influencia de sus encantos el fallo de España en el primer partido. Si no fuese porque lo conocemos algo diríamos que se está  comportando como un vulgar misógino.

Teoriza su argumentación de la siguiente manera:” la presencia de la periodista Sara Carbonero en el Mundial de Sudáfrica es un ejemplo de malversación de los valores del periodismo en una televisión«, “el tratamiento que las televisiones dan a la mujer es especialmente deplorable ya que sólo interesa como objetivo comercial, algo que no han trascendido a la forma de elaborar los medios».

Aún culpando a Tele 5 se permite decir a Sara Carbonero que debería tener un «cierto cuidado», porque el periodista no debe implicar sus emociones personales (¿?) en las historias que construye. «Si ella quiere ser una buena periodista no debería dejarse empujar hacia la mala práctica, en la que ve un ejemplo muy pequeño, pero muy relevante de lo que es malversación de los valores del periodismo en una televisión».
No nos sorprende la actitud de Glez Urbaneja que ya dio ejemplo de su particular moralina cuando catalogó la broma-trampa que Wyoming hizo a IntereconomíaTv sobre su maltrato a una becaria de “engaño y desprestigio de la profesión periodística, un desprecio y una enorme ignorancia de las reglas de este oficio».

 

 

 

 

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