¡ A mí Sabino (Mariano) que los arrollo !

celebracion del pp

No se me ocurre otra frase más gráfica, sacada de los anales del fútbol y pronunciada por el nacionalista vasco, el futbolista y representante de la furia española Belauste: “Estando yo en posición ventajosa para anotar, y viendo que Sabino avanzaba con la pelota, le dije simplemente: A mí, Sabino, que los arrollo. Después, rodamos tres o cuatro por el suelo”, para explicar la victoria del PP sobre el PSOE en las autonómicas y municipales: no ha sido una victoria simple sino  abrumadora. Lo ha arrollado literalmente, le ha sacado más de dos millones de votos.

 Qué cara le ha costado la crisis al gobierno, la crisis y su gestión. Qué de conclusiones van a obtener de estos resultados los tertulianos de extrema derecha, aquellos  que pedían ayer que se lanzaran las tanquetas sobre los pacíficos  manifestantes del 15-M. Qué dirán ahora de los resultados de los, según ellos, proetarras de Bildu, segunda fuerza en el País Vasco, que controlará al menos 88 consistorios. Qué dirán ahora de que en Andalucía los votantes socialistas hayan sido castigados tan duramente por los casos de corrupción y en Valencia los imputados hayan sido premiados con mayorías absolutísimas.

Ahora les ofrezco una visión más profesional y menos apasionada de la debâcle  a cargo del periodista Ignacio Escolar:

El bipartidismo ha muerto, ahora llega el monopartidismo: el inicio de una nueva época en la que el dominio del Partido Popular sobre el poder político español parece que será absoluto, abrumador. El resultado ha roto las peores expectativas del PSOE, que ya eran malas de por sí. A la debacle autonómica y a los diez puntos de ventaja hay que sumar los cientos de partidos independientes que rascan votos en las municipales que, en las siguientes elecciones, serán mayoritariamente para el PP. Suben otros partidos pequeños, como IU o UPyD, pero reina en solitario la derecha. En unas generales, este mismo resultado habría dado una gran mayoría absoluta a Mariano Rajoy equiparable a la del año 2000 de José María Aznar.

¿La razón de la debacle socialista? Desde luego, no parece que se haya votado en clave autonómica o municipal. Tampoco ha servido de mucho que Zapatero decidiese anunciar su retirada oficial. La culpa es del desbocado paro, de la inicial negación de la crisis y del mes de mayo, con seguridad. Pero no hablo del mayo de las protestas ciudadanas que nacieron el 15-M, ni de la penosa campaña electoral. La culpa es de otro mayo, el mayo de 2010. ¿Se acuerdan? “Cueste lo que cueste, y me cueste lo que me cueste”, prometió a los españoles Zapatero tras el tijeretazo social al gasto público para evitar que los mercados hiciesen descarrilar al bono español. Zapatero cogió la tijera, y tal vez esa decisión evitó el rescate. Pero sin duda ese mayo ha marcado su final.

Falta menos de un año para las generales, y es muy difícil imaginar una recuperación del PSOE capaz de detener a un PP que, desde hoy, no parará de empujar para forzar un adelanto electoral. Más que unas primarias, al PSOE lo que le espera es una refundación.”

 

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