El ex etarra Txelis cae del caballo cual Saulo de Tarso

txelis

José Luis Álvarez Santacristina, alias Txelis, es un ex miembro de la organización terrorista Euskadi Ta Askatasuna (ETA). Fue detenido en 1992 junto a Francisco Mujika Garmendia, Pakito, y José María Arregi, Fitipaldi, cuando en Bidart (Francia), cayó la cúpula de ETA..  Ahora el juez de Vigilancia Penitenciaria de la Audiencia Nacional, José Luis de Castro, ha avalado la excarcelación del ex dirigente etarra  ‘Txelis’, al considerar que su desvinculación de la organización terrorista es «total y manifiesta», de forma que «no acata ninguna de las directrices» de la dirección e incluso las critica «cuando tiene ocasión».

Desde octubre hace vida normal y únicamente tiene que dormir en la cárcel  aunque se le considera responsable de 200 asesinatos –los que hubo mientras fue jefe de ETA , entre ellos la masacre de Hipercor o la inducción al asesinato de Manuel Broseta el 15 de enero de 1992.

Ahora es un hombre de comunión diaria, servicio al que acceden los católicos cuando están en gracia de Dios, libres de pecado mortal.

Nada que objetar si ha obtenido el perdón divino a través de la confesión, previo el arrepentimiento y acto de contrición , así como el perdón humano, a través de la Audiencia Nacional, después de purgar durante unos años sus graves pecados en la cárcel.

Esta su caída del caballo cual moderno San Pablo no sabemos si será suficiente para que en su corazón le otorguen el perdón los miles de víctimas colatelarales de aquellos asesinatos y que están vivas.

En la actualidad sólo espera “poder sentarse en la mesa del Padre con todos los honores del hijo pródigo que vuelve a casa, consciente  de que, como dice el Evangelio, «habrá más alegría en el cielo por un solo pecador que se convierta que por noventa y nueve justos que no necesitan convertirse»(Lucas 15,3-7).

Mientras tanto quiere ser teólogo y prepara su tesis doctoral en Teología: «Paz y violencia en José María Setién e Ignacio Ellacuría», en donde de nuevo aparece la figura del pájaro Setién, tan célebre en sus tiempos de pastor vasco, por su ambigüedad ante las víctimas de ETA, lo que causaba gran escándalo entre los medios católicos de la época.

Una vez vuelto al redil de la fe hace borrón y cuenta nueva y nos obsequia con estas confesiones cuasi agustinianas:

«Creyentes o no creyentes, todos hemos sido en algún momento lobo para nuestro prójimo. Cuando decimos la expresión ‘lobo’, la entendemos como sinónimo de enemigo, egoísta, pasota, generador de sufrimiento, arrinconador… Si queremos ser hombres libres y renovados, es del todo necesario que hagamos una autocrítica a la luz del Evangelio de Jesús». «El compromiso de solidaridad con los que sufren surge, para nosotros los cristianos, del espíritu de Dios, que nos guía a ser liberadores del prójimo y a tratarle con amor».

Loado sea Dios.

 

 

 

One comment

  1. Masacre de Hipercor…o el de la casa cuartel de la Guardia Civil en Zaraggoza (11 muertos, 5 niñas pequeñas entre ellos) todavía se le ponen a uno los pelos de gallina. Lo de Saulo, viene al pelo…¿esta semana no es la festividad de San Pablo?

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *