El peligroso laicista Zapatero tiende una alfombra dorada al Papa

 

A pesar de que el Estado español sea laico y aconfesional ha abierto generosamente sus arcas para procurar que la visita del Papa sea fructífera y exitosa: el millón y medio de fieles que se espera lo aclamen deberán agradecérselo al paladín del laicismo radical José Luís Rodríguez Zapatero, que aun gobierna, y que ha hecho que el centro de Madrid sea hoy un púlpito para que Rouco Varela anuncie la venida del Sumo Pontífice y el Parque del Retiro, un gigantesco confesionario , algo que no había ocurrido ni bajo el dictatorial mandato de aquel que era tan aficionado a entrar en las catedrales bajo palio –mismamente como Cristo en la Custodia-, en tiempos de aquel trasnochado nacional catolicismo.

Pero que no se confíen ni  Zapatero ni  Rubalcaba: el Obispo de Roma puede volver a las andadas, como la vez anterior, en que, cuando entró en el espacio aéreo español, comenzó a atacar al gobierno español porque bajo su mandato había  “nacido un laicismo fuerte y agresivocomo lo vimos en los años 30″.

Cuando menos se lo esperen tan obsequiosos gobernantes Ratzinger puede volver a recordarles su doctrina sobre los actos y tendencias homosexuales que son  ““pecados graves aunque digan respetar plenamente la dignidad de la persona homosexual, aunque eso “no significa la legitimación de comportamientos contrarios a la ley moral”  y sobre el matrimonio homosexual que produce  “un grave deterioro del bien común arguyendo que los países que permiten el matrimonio entre personas del mismo sexo entran en contradicción con sus propios deberes”

Si la anterior ley no la aceptan sobre las leyes del divorcio y aborto, aprobadas y aceptadas por la mayoría, se extienden en anatemas, así definen el aborto como  “crimen abominable porque detrás de cada aborto hay una “malicia moral” “Una intervención que directamente provoca la muerte del feto, llamada en ocasiones de manera inapropiada aborto ‘terapéutico’, que nunca puede ser lícito, constituye el asesinato directo de un ser humano inocente”. Tanto el aborto como el divorcio son “culpas graves que menoscaban la dignidad de la persona humana”, todo un jarro de agua fría para un país en que se produce un divorcio cada 4 minutos.

También, si le importara, al famoso  Dr Montes se le debe estar poniendo los pelos de punta si se entera del rechazo de la eutanasia  por parte de la Iglesia: “Las posibles peticiones de muerte por parte de personas que sufren gravemente casi siempre constituyen la manifestación extrema de una apremiante solicitud del paciente que quiere recibir más atención y cercanía humana”,  “en la legitimación de la eutanasia se induce una complicidad perversa del médico, el cual está llamado siempre a sostener la vida y a curar el dolor, y jamás a dar muerte ni siquiera movido por las apremiantes solicitudes de cualquiera”.

Sobre el uso del preservativo para la prevención del SIDA afirma que “el único método seguro y completamente fiable de prevenir la transmisión sexual del VIH es la abstinencia antes del matrimonio y el respeto y la fidelidad mutua dentro del matrimonio, que es y debe ser siempre la base de todo debate sobre la prevención y el apoyo”