En el momento de redactar el post leemos en El Mundo:
“…Al menos 225 muertos y más de 700 heridos, según las últimas cifras oficiales. Es el trágico balance que deja el ataque aéreo de Israel este sábado en Gaza. La acción más sangrienta en los últimos 60 años de conflicto. El bombardeo iba dirigido contra edificios de Hamas en Gaza. Muchas de las propiedades del movimiento islamista han quedado totalmente destruidas tras el ataque. La masacre ha dejado escenas de destrucción y desolación en la ciudad destrucción y desolación en la ciudad palestina”
Ante tamaña barbarie la UE pide un alto el fuego inmediato, La ONU refuerza su vigilancia en el límite entre Israel y Líbano ,la Liga Árabe convoca una reunión de urgencia y el ministro de Defensa israelí, Ehud Barak, ha anunciado que la operación militar emprendida en Gaza no será corta. Se espera por tanto que continúe la barbarie, que sigan cayendo víctimas inocentes además de algunos terroristas palestinos. A Obama se le presenta una excelente ocasión para acabar con el conflicto. El Presidente americano es el único que puede hacer algo y si va a poder enfrentarse al lobby judío de su país es una incógnita. De momento EEUU ha exigido a Hamas que detenga los ataques contra Israel y a los israelíes que eviten bajas civiles. Washington no pidió al Gobierno de Ehud Olmert que detenga los bombardeos.
Mucha gente estará hoy pensando si la definición de genocidio que recoge la RAE, la de eliminación o extermino sistemático de un grupo social por motivos de raza, de etnia, de religión, de política o de nacionalidad, cuadra de alguna manera a lo que está sucediendo en la franja de Gaza.
