Los que vivimos lejos de la Villa y Corte no sabemos qué es lo que se ha celebrado hoy en Madrid: si el día de España, la Fiesta Nacional, el Día de la Raza o de la Hispanidad, Sí he oído en la radio que el Rey ha organizado una recepción a la que han asistido todas las fuerzas vivas del país, desde la cúpula política a la militar pasando por la eclesiástica no sé si solo de la religión católica o habrá habido más credos, mandatarios extranjeros y personas de relieve de la sociedad civil hasta completar el aforo, o sea unos mil.
Lo cierto es que el Ejercito ha tenido bastante protagonismo, Si no de qué, el que ya se siente presidente de gobierno in pectore, Rajoy, aquel que le dijo hace tres años a Arenas:“Mañana tengo el coñazo del desfile”, ha escrito nada menos que en la tercera de ABC : “Nuestras Fuerzas Armadas y su futuro”, del que hay que resaltar la frase “No se me alcanza mejor manera de celebrar la Fiesta Nacional que reflexionando sobre el presente y el futuro de nuestras Fuerzas Armadas” , algo de lo que nos alegramos, de que le haya entrado tan súbitamente ese espíritu militar, de que las Fuerzas Armadas.ya no sean para él un coñazo. ¿Deben sentirse tranquilos los generales, jefes, oficiales y el resto de mandos, incluso los soldados sin graduación? El tiempo lo dirá. Por lo pronto el que lo nombró digitalmente se cargó la mili de un plumazo con los graves problemas que aquello acarreó al ejército a corto y medio plazo.
Si habla un poquito más de la celebración del día de la Hispanidad que coincide con el Día de la Fiesta Nacional el jinete del amanecer Antonio Burgos, dirigida claro está a los “progre de mierda”:
“En su Quinto Centenario, los progres del poder prohibieron hablar del Descubrimieto. Se inventaron lo del Encuentro de Dos Mundos (…) Por eso, si quiere usted ser políticamente correcto, no se le ocurra decir por nada del mundo (…) que hoy es el Día de la Hispanidad (…) Y mucho más facha es lo del Día de la Raza. Si habla usted del Día de la Raza, le llamarán racista y xenófobo. Con decirle que a la Avenida de la Raza de Sevilla, que existía con tal nombre desde la Exposición Iberoamericana de 1929, los progres de mierda le cambiaron el nombre y le pusieron ‘Avenida de las Razas’”. ¡Hay que ver las cosas que hacen los progres de mierda!»
Pero es la Gaceta de Intereconomía la que retoma la institución militar y no reflexiona a la manera de Rajoy sino que afirma que la gestión socialista al frente de la Defensa deja un futuro incierto a nuestros Ejércitos y se basa en:
– han dejado 36.000 millones de deuda, nula capacidad operativa y una ley recurrida ante el Tribunal Constitucional.
-Zapatero ha removido los cimientos de una de las instituciones más valoradas en nuestro país y ha terminado por someterla a los dictámenes políticos y a los vaivenes de sus tres ministros, especialmente los dos últimos (abucheos y pitadas aparte); y sin tampoco ocuparse de un racional proceso de modernización, tan necesario en un mundo cada vez más cambiante y con amenazas bien diferentes.
– Alonso, fue el primero en iniciar la dilapidación de un sistema que, con mayor o menor fortuna, se mantenía en pie y en acometer algunas de las aventuras más arriesgadas. A la cabeza de todas ellas, se sitúa una de las más nefastas iniciativas concretadas por el Ejecutivo de Zapatero: la Ley de la Carrera Militar. Una norma que nunca contó con el beneplácito militar ni de los partidos políticos y que como muy bien se dice desde la Asociación Unificada de Militares Españoles (AUME) vino a reducir número de efectivos de las Fuerzas Armadas y a modificar injustamente el sistema de ascensos y a vulnerar los principios de mérito, capacidad e igualdad.
-Como consecuencia de todo ello la Audiencia Nacional planteó en su día una cuestión de anticonstitucionalidad y ha sido recurrida por 17.000 cuadros de mando. Una ley que, en todo caso, y gracias a la aprobación de la Ley de Derechos y Deberes de las Fuerzas Armadas, deberá ser reformada en el plazo de unos meses. Pero no deja de ser uno de los principales lastres del Gobierno socialista.
-la gestión de Carme Chacón al frente del Ministerio de Defensa ha significado un antes y un después en la historia de un ministerio que siempre se caracterizó por su cautela, pero que con la llegada de Chacón se acostumbró a convivir con una ministra más preocupada de su imagen y de su carrera profesional. Sus tres años como máxima responsable han coincidido también con el periodo más político, al margen de avatares económicos, que han condicionado la gestión de los ejércitos.
– Altos mandos militares han afirmado que dicha política “situaba a las Fuerzas Armadas al borde del precipicio”. “Quienes ahora sacan pecho, haciendo gala de un pacifismo belicista propio de los progres, son los mismos que se han cargado nuestro presupuesto de Defensa, junto con toda la economía”.
– la Ley de Derechos y Deberes de las Fuerzas Armadas: Bien desarrollada podría garantizar los derechos de reunión y libertad de expresión de los militares, por primera vez se ha dotado a los militares de un cuerpo jurídico medianamente avanzado.
– El sistema de enseñanza militar ha sido otro de los grandes desastres pergeñados en este último año. Un sistema que ya ha producido numerosas bajas y suspensos y que, tal y como está concebida, nunca llegará a dar los frutos deseados, entre otras cosas porque el objetivo nunca fue consensuado.
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