La guerra de Libia divide a “cejistas” y “titiriteros”

no a la guerra

El que la intervención en  Libia haya sido auspiciada por una resolución del Consejo General de la ONU no es impedimento para que esta tenga detractores tanto dentro como fuera de sus fronteras. El caso más llamativo es el de Alemania que  ha retirado sus barcos del Mediterráneo para que no se mezclen con los de sus compañeros de la OTAN. ¿Qué pasará por la fría cabeza de Merkel, quizá sacar posteriormente réditos económicos por si Gadafi sale victorioso de la partida? No podemos creer que sea tan mezquina o miserable.

En España, como muy bien nos señala la ultraderecha y los comunicadores que comen a diario en su mano, están faltando las disidencias de la mayoría de titiriteros y cejistas que se la liaron parda a Aznar por la guerra de Irak: lo llamaron incluso asesino por haber formado parte del Trío de las Azores. Pero no todos. Con la que esperamos sea una guerra rápida –las guerras se sabe cuando comienzan y no cuando terminan- están en desacuerdo algunos que son titiriteros de “libro” como Willy Toledo – metido en mil fregados en defensa de los débiles y  que es muy criticado por la prensa de caverna, aunque no tanto como la saga de los Bardem sobre la que arrojan a diario gran cantidad de imprecaciones los de siempre- o la inclasificable Rosa Regás, o izquierdistas de la música como Pedro Guerra o Ismael Serrano.

Rosa Regàs:»Hay mucha gente en contra; no hemos salido a la calle pero ya saldremos. «Estoy totalmente en contra, es irracional. ¿Por qué no nos explican cómo han intentado que mejorara la situación sin recurrir a la guerra?».” la acción militar contra el régimen de Gadafi viene marcada por los intereses estratégicos y por la existencia de reservas de hidrocarburos en la zona. «[Los aliados] Sólo buscan tener más ventajas con el petróleo y asegurar que todos los países del norte de África van a apoyar las políticas de Israel».

Willy Toledo: «Es una nueva agresión imperialista para apoderarse de los recursos naturales de un país, en este caso el petróleo. Nos están vendiendo una guerra humanitaria, pero es sólo una cuestión de recursos».”la intervención en el norte de África tiene «cero diferencias» con las guerras de Irak o Afganistán. En este caso emplean una «táctica mucho más feroz».

Pedro Guerra: “Lamento que se haya tenido que llegar a esta situación para eliminar a alguien que antes era amigo de los aliados. No es una persona perjudicial ahora, lo ha sido siempre».

Ismael Serrano: “Estoy en desacuerdo con con cualquier acción militar, la comunidad internacional debe amparar  a la población civil en este tipo de situaciones. «Hay varios aspectos que hacen diferente esta intervención respecto a la de Irak, entre ellas la propia situación de guerra civil en Libia o el auspicio de la resolución de la ONU».
«No sé hasta qué punto [los aliados] han agotado las vías diplomáticas o políticas. «El hecho de que en Libia haya grandes reservas de petróleo desacredita esa pretendida acción humanitaria por la que dicen intervenir. ¿Por qué han actuado en Libia y no en otros países donde también hay conflictos?».

Juan Margallo: «Me muestro en contra en el sentido de que no hay un mismo rasero para medir a todos los dictadores. Hay petróleo y eso indudablemente influye»»Es paradigmático que la misma gente que le ha vendido armas o ha recibido a Gadafi, ahora lo ataque».

Almudena Grandes: “ la intervención militar en Libia es un «mal menor». «Es más urgente evitar una masacre indiscriminada” Juan Diego justifica la operación, dado que en Libia el pueblo se ha levantado contra «un tirano» en defensa de algo «absolutamente elemental» que hay que conquistar: la libertad. El cantante Miguel Ríos ve  «bien» la intervención porque el «sátrapa» de Gadafi está «masacrando» a su propio pueblo. Y el poeta Luis García Montero: “establecer un espacio aéreo es una decisión «incómoda» pero «necesaria» para evitar la masacre”

 

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