Los andaluces y don Agapito

agapito maestre

 No pretendo hacer un chiste con el nombre que corresponde a Agapito Maestre, un manchego que tiene tan poco respeto a la voluntad expresada en las urnas por 2 millones de andaluces –hay que dejar sentado que el otro millón y medio merece un respeto equivalente-. Un manchego, excatedrático por las razones que fueren, que a marchas forzadas les está quitando el primer puesto de la intolerancia y el dogmatismo a Fede Losantos y a Pio Moa cuando afirma de una forma tan simplista que el PP “ha conseguido en la última década  limpiar de miasmas totalitarias a buena parte de la sociedad andaluza hasta el punto de que ha ganado por primera vez estas elecciones autonómicas”. Al menos retóricamente Agapito seguramente no tendría ningún inconveniente en fusilar al amanecer a la otra parte de esa “sociedad identificada como un espacio de propiedad socialista, o peor, comunista”

No se corta un pelo llamando a Andalucía la Cuba de Europa, “en que se confunde con socialismo y nacionalismo, con unas redes clientelares que sobrepasan el millón y medios de personas cobrando del PSOE” A la vista de la previsible nueva entente social-comunista “ya no habrá la movilización permanente que se daría si Arenas hubiese obtenido la mayoría absoluta, por fortuna se sustituirá por imágenes de televisión de Marinaleda: ¡El comunismo de Marinaleda ya no sólo será exhibido por las televisiones europeas como ejemplo de Ersatz soviético o cubano en Occidente, sino que será el icono de Canal Sur! Siendo Agapito de tan cerca qué poco conoce la región vecina. Es más, creo que no ha pisado nunca Andalucía. Como buen ratón de biblioteca que es, creo solo la conoce a través de los libros.
No se queda atrás el Señor de las Corbatas, Carrascal, cuando le cuenta a Rajoy –sus tremendas reformas importan poco a Europa, pàrece que van a por nosotros- “ que «no gobernar en Andalucía no es ninguna «tragedia», caramba, que puede «favorecerle dada la astronómica deuda andaluza y los líos que hay allí», quita, quita, que allá se las apañen ellos. Y ahora, «que no se arrugue ante las insidias de Rubalcaba, las matonadas de Méndez, ni las bravatas de Toxo» y a currar. «Prometer lo que no se puede dar, gastar más de lo que se ingresa, mentir por activa y por pasiva puede dejárselo a una izquierda que parece llevarlo en su código genético». (Otro que ha entrado en la caverna por méritos propios: sólo los genes de la derecha son válidos para la evolución de las especies)

Otro que mienta el nombre de Andalucía en vano es Carlos Dávila que echa la culpa de la mayoría de izquierdas –qué hartura de conceptos vacuos- “al «bochorno risueño» de TVE y a la «manipulación bananera» de Canal Sur. Y es que «la derecha es tan tonta que marcha con un lirio en la mano cantando Con Flores a María y enfrente se topa con la izquierda del indio Jerónimo apretando una navaja entre los dientes».

En cambio Almudena Negro, en su sección de LD, “Es la política, estúpidos”, da otra da visión de los hechos más aproximada a la realidad:

“El varapalo recibido en Andalucía, pero también en Asturias, la derrota-victoria cosechada el pasado domingo, supone un importante frenazo en la arriólica y arenera estrategia impulsada por Génova 13 desde que Rajoy volviera de México tras perder frente al PSOE en 2008. Ya no cuela lo del centrismo made in Oyarzábal, que ha llevado al PP a perder un tercio de los votos que aguerridamente cosechaba antaño en el País Vasco, a perderlo casi todo en Asturias y a  la fuga de otros 160.000 en Andalucía  respecto a las autonómicas de 2008. Si son incapaces de cambiar de estrategia y de formas, es posible  que se repita el castigo electoral en las elecciones gallegas. El argumento de «que vienen los inútiles del PSOE» ya no es suficiente.

La cuarta derrota de Javier Arenas -que se vaya ya- comenzó a fraguarse cuando los votantes populares empezaron a otear la rendición ideológica de su formación política ante el consenso socialdemócrata entre la derecha y la izquierda.  El día en que José Antonio Ortega Lara abandonó la formación de centro-derecha. El día en que intuyeron que el PP, con sus diecisiete baroncitos, dejaba de ser un partido político, para transformarse en una burocracia tan apegada al consenso y tan desapegado de la realidad como el PSOE, pero con menos garra”

2 comments

  1. Alfonso, eso de que Agapito Maestre , un catedrático que perdió la cátedra «por las razones que fueran», me suena a argumento de beatas de izquierda, cuando tú sabes perfectamente por qué razones la perdió. ¿Te imaginas a uno del PP diciendo que Ortega o Agustín García Calvo o Aranguren o incluso el mediocre Julián Besteiros eran catedráticos que perdieron su cátedra «por las razones que fueran». Lo siento, pero esa misma imagen das de ti mismo. Y tú sabes que sí estuvo en Andalucía, donde por las razones que fueran anularon su cátedra después de haberla ganado. No conozco a dicho sujeto ni siquiera por sus escritos, pero no se le puede exigir que tenga buena imagen de los que mandan en Andalucía. Cornudo y apaleado es demasiado.

  2. Hombre, no hay que ponerse así…
    ,
    El ilustre Agapito fue privado de su cátedra almeriense “por un defecto de procedimiento administrativo” , esas son la razones que fueron.

    Y últimamente lo posteo con cierta frecuencia por su alto grado de dogmatismo, superior incluso al de Pío Moa o Fede J. Losantos, avanzadilla de la fiel infantería, que tiene otros ilustres componentes, entre los que hay que citar al paisano Antoñito Burgos o al director de La Gaceta, Carlos Dávila.

    Y como digo en el post que comentas, se le debe haber atravesado media Andalucía -y no solo las clases dirigentes que lo despojaron de la cátedra que van camino de perpetuarse en el poder, ahora con la ayuda de los comunistas que, a lo mejor, introducen un poco de aire fresco, o el pueblo así al menos lo ha creido en las urnas- para incluirla en sus diatribas y pintorescos análisis:

    “… Agapito Maestre, un manchego que tiene tan poco respeto a la voluntad expresada en las urnas por 2 millones de andaluces –hay que dejar sentado que el otro millón y medio merece un respeto equivalente-. Cuando afirma de una forma tan simplista que el PP “ha conseguido en la última década limpiar de miasmas totalitarias a buena parte de la sociedad andaluza hasta el punto de que ha ganado por primera vez estas elecciones autonómicas”. Al menos retóricamente Agapito seguramente no tendría ningún inconveniente en fusilar al amanecer a la otra parte de esa “sociedad identificada como un espacio de propiedad socialista, o peor, comunista”

    Para Agapito, Andalucía es la Cuba de Europa, donde “existen unas redes clientelares que sobrepasan el millón y medios de personas cobrando del PSOE”

    Y me temo que Agapito va a seguir dando mucho juego, el que gustosamente recogeré, así hasta que el PP, como él dice, “no termine de limpiarnos de las miasmas totalitarias en las que estamos inmersos” (ya hay millón y medio de andaluces libres de las mismas)

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