Losantos: “Ministro de Injusticia, Gallardón”

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luis de guindos

 

 Estaba cantado que la extrema derecha en los distintos medios que controla no iba a enmudecer ahora que el conservador Rajoy ha tomado el poder. Ni tampoco medios o gente de la izquierda iba a dejar de recordar algún episodio curioso de algún nuevo ministro, como Luis de Guindos, un ex Lehman Brothers.

El hombre que dirigió en España la empresa de inversión que arrastró a la economía mundial con su quiebra, el economista que dijo en junio de 2008 que la reestructuración de la matriz por sus errores con las hipotecas no tendría repercusión aquí y se encontró meses después echando el cierre, será el encargado de gestionar la cartera más delicada del Gobierno. Hay que desearle que tenga más suerte en su nuevo cometido.

Pero el caso más estremecedor es el de Libertad Digital, el medio del que es alto cargo Jiménez Losantos, que a toda plana y en letras gigantescas se hacía eco de lo que FJL afirma en su blog en el que descarga toda la ira que alberga en su cuerpecillo: “Ministro de Injusticia y del Faisán, Gallardón” . Y es que el de Teruel no perdona al que le ha derrotado en sede judicial. Es de suponer que desde ahora tendrá que medir algo más sus vituperios porque más de un fiscal querrá hacer méritos ante su jefe.

He ahí algo de lo que dice en su blog:

“En general, la imagen del nuevo Gobierno es aseada y solvente con la excepción de Gallardón en Justicia lo que es garantía de injusticia, de politización, de desprecio a las víctimas del 11-M y de incompatibilidad con la libertad de expresión. En mi libro El linchamiento cuento en detalle y a propósito de mi caso, que es el que mejor conozco, todas las fechorías liberticidas, cuando no ilegales (ahí están las fotos, el vídeo y las sentencias para demostrarlo) de un sujeto ayuno de escrúpulos y que ha perpetrado una de las más desvergonzadas manipulaciones políticas que haya padecido nunca la Administración de Justicia en España. Y los justiciables españoles, naturalmente. La zorra es la mejor amiga de las gallinas si se compara su relación con la de Gallardón y la Justicia.

De Gallardón  cabe esperar infinitas genuflexiones ante la izquierda y ningún esfuerzo de saneamiento de las más altas instancias judiciales –Constitucional, Supremo y CGPJ–, corrompidos hasta el tuétano por la partitocracia. Nada me gustaría más que equivocarme y poder rectificar mi opinión, nacida de la experiencia de muchos años, sobre uno de los políticos más nefastos de las dos últimas décadas. En su mano está animar a la Justicia en la investigación del 11-M, pero en su trayectoria política sólo consta su ninguneo a las víctimas de la masacre y su abierta defensa de los fiscales y jueces que han perpetrado la mayor fechoría judicial de nuestra historia. Tiene ahora ocasión de demostrar lo que tanto repitió en el juicio contra mí: que nada le ofendía más que el que se pusiera en duda su preocupación por esclarecer el 11-M. Por supuesto, siendo alcalde de Madrid cuando la masacre no ha hecho nada por esclarecer la masacre y todo por «obviarla». Hasta ahora ha sido una pieza clave en el encubrimiento por parte del PP. Lo peor de lo peor.

Naturalmente, podría cambiar de costumbres. Desde mañana puede hacernos rectificar la opinión que tenemos sobre su acreditado odio a la libertad –empezó su carrera política en AP consiguiendo el secuestro de la revista Cambio 16– y su ilimitado afán de derroche, cuya prueba son los 8.000 millones de deuda del Ayuntamiento de Madrid, la mayor de España. Y repito, ojalá sea así. Mientras tanto, cabe la fundada sospecha de que el PP ha pactado tapar todas las fechorías del PSOE, hasta las más atroces: las policiales y judiciales del 11-M y del Faisán. Mientras Gallardón no haga Fiscal General del Estado a Juan Luis Cebrián podremos decir que estamos cerca de la Cheka. Si lo nombra, podremos decir que estamos dentro”

 

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