Quien lo ha visto y quien lo ve: Cascos atacando duramente al PP

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 Si ya el PP le saca al PSOE más de 17 puntos en las encuestas cada vez se va posibilitando  más  la teoría, que circula por algunos displicentes cenáculos, de que el PP ganará las próximas elecciones aunque presente a una gallina como candidato. Ahora Rajoy tiene más a su alcance la Moncloa cuando ha conseguido desprenderse de Paco Cascos uno de los últimos lastres que quedaban de la era Aznar :María San Gil, José Antonio Ortega Lara, Ignacio Astarloa, Ángel Acebes o Eduardo Zaplana., o séase, el alerón duro del partido, aunque aún restan un par de ellos que están en la mente de todos. Y jugando a las adivinanzas uno de ellos hoy ha atacado al Gobierno por su «laicismo radical», o sea que está en sintonía con la acusación que el Pastor Alemán, Benedicto XVI, le lanzó al gobierno que lo iba a acoger poco antes de aterrizar en España.

 Ahora le ha llegado su San Martín, como decimos, al que fuera Secretario General del Partido Popular  (1990-1996), vicepresidente del gobierno (1996-2000) ,ministro de Fomento (2000-2004) y  la mano derecha de Aznar, razón por la que se ha rebelado y   se está comportando antidemocráticamente al no aceptar la decisión se su partido de no presentarlo como cabeza de lista en Asturias como él pretendía.

 Se queja diciendo que la dirección nacional del PP, lo ha dejado en estado de «indefensión» frente a los insultos de populares asturianos, asegurando que el presidente del partido, Mariano Rajoy, le había expresado su convicción de que él debía ser quien encabezara la lista del PP al Principado. Pero «a la dirección nacional del PP Asturias le importa un comino habiendo hecho oídos sordos a la voz de más de 7.000 afiliados, a alcaldes, concejales, diputados regionales y docenas de cargos que apoyaban la candidatura del ex vicepresidente del Gobierno a la presidencia del Principado”

 Dejo el Partido Popular después de 34 años de militancia ininterrumpida, por razones de dignidad personal. La decisión es firme y las circunstancias que la justifican se conocen sobradamente. En mi última nota manuscrita del 27 de octubre indiqué que, en mi opinión, la política requiere dosis muy elevada de paciencia y flexibilidad, pero el respeto a las normas de educación y de civismo en cualquier organización no son negociables. […] Todo ello no hubiera sido posible sin el consentimiento expreso, cuando no la complicidad, de la dirección nacional del partido que presides, a quien correspondía de oficio atajar estas conductas y velar por el cumplimiento de los Estatutos en todos los ámbitos de la organización. Más allá de las amarguras inherentes a una decisión tan difícil como dolorosa, siento que mi deber me obliga a dar este paso para hacer las paces con mi propia dignidad personal

Por su parte  el  PP asturiano asegura que el ex ministro debería de haber sido expulsado   y González Pons  que se considera amigo de Cascos, ha dicho que el que fuera vicepresidente del Gobierno y secretario general del PP es «un político muy valioso al que respeta. Él lo sabe de primera mano pero ser de un partido es aceptar lo que se decide tanto como se aceptó cuando tú dirigías”

 

 

 

 

 

 

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