Quien te ha visto y quien te ve: El País vs Zapatero

portada de El País

zapatero y cebrián

Están frotándose las manos los que siempre han considerado a El País como el diario gubernamental, fama que le viene de los tiempos en que gobernó Felipe González quien nunca dejó de publicar en el mismo sus análisis de política nacional o internacional. Pero parece que los tiempos han cambiado y nadie duda  que El País no siga siendo el diario democrático y progresista que siempre fue, pero ni Zapatero es Felipe González ni los tiempos soplan favorablemente en la economía , ni de este diario ni de ninguno, y así la economía ha tenido mucha culpa de este distanciamiento o animadversión.

El que Zapatero haya apostado por Mediapro ha chocado con los intereses del grupo Prisa del que se ha erigido en defensor acérrimo Juan Luis Cebrián, lo que ha motivado que de un tiempo a esta parte Zapatero sea un enemigo irreconciliable que le ha tocado donde más le duele: en los dividendos.

Hoy sin ir más lejos El País ha lanzado un torpedo en forma de duro editorial a la debilitada línea de flotación de la nave zapateriana que en los últimos está siendo abandonada por socialistas de pro, sin que recurramos a la metáfora de los roedores que abandonan el barco cuando se está hundiendo porque no es del todo cierta: todos se van a las empresa privada, como ya hizo en su día Boyer al ingresar en  la Beautiful People, antes de cargarse a Rumasa.

El tremendo editorial “En la pendiente” que es, al parecer, el primer capítulo de
una serie que se va a llamar  «El rumbo del Gobierno» y que promete seguir tensando las relaciones entre el periódico y el PSOE, afirma que Zapatero «atraviesa uno de los momentos políticos más difíciles desde su llegada a La Moncloa, de una confusión sin precedentes en asuntos de gran trascendencia como una crisis que nos acompañará aún mucho tiempo».

Ataca también a su liderazgo dentro del PSOE: «El ascendiente sobre su partido no se basa en la determinación y el acierto a la hora de dirigir un proyecto claramente formulado,  ni la forma en la que nombra a los ministros: El nombramiento de ministros no ha obedecido a razones políticas identificables, ni su cese; ni cómo está gestionando la cosa pública: Unas políticas que no se sabe bien del todo en qué consisten»

También el editorial destaca la injerencia de Zapatero en las funciones de sus ministros “que han visto constantemente zapada su labor por las intervenciones de un presidente que los puentea y los desautoriza y recordando que contra toda lógica institucional, el propio presidente es responsable de Deportes»

Termina: “Si  Zapatero desea alejarse de la pendiente por la que se está precipitando  es preciso un cambio. Pero no sólo de unas políticas que no se sabe bien del todo en qué consisten, sino de una forma de decidirlas y ejecutarlas que está alcanzando unos niveles de confusión sin precedentes, especialmente en asuntos de tanta trascendencia como la lucha contra una crisis que nos acompañará aún mucho tiempo.”

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