Recurrencias (4)

Estatua ecuestre del general Espartero

Estatua ecuestre del general Espartero

En las tres anteriores se mezcla el pasado con el presente a partes casi iguales, pero si algo es demandado por alguien de la sociedad y si es de justicia pues los gobernantes deben ser sensibles y darles satisfacción siquiera sea simbólica y no hacerle caso del todo si exigen,por ejemplo, que se derribe  el conjunto escultórico  del general Espartero y su caballo, incluidos sus atributos que dicen les salieron al artista bastante exagerados dada la ponderación obligada cuando se establecen comparaciones aunque estas sean metafóricas: todas lo son, argüiría un lingüista. De acuerdo, pero unas son más exageradas que otras.

Y aunque este blog ha nacido con la pretensión de hacer comentarios sobre asuntos de la política y de la sociedad, que muchas veces vienen mezclados o interactúan entre sí y cada  vez más, no podemos evitar hacer incursiones en territorios literarios, no en vano uno de los géneros en auge es la novela histórica, en la que casi siempre el autor mezcla la ficción con la realidad, o parte de unos hechos que ocurrieron para llegar a imaginar cómo hubiera sido la historia si estos acontecimientos hubieran sucedido de otra manera.

Y como un pequeño homenaje al alcalde-escritor que comenzó a tener memoria histórica, allá por 1977,30 años no son nada, traigo hoy a colación su obra “Los valles de amanecer” que depara agradables sensaciones, bastante placer estético.Casi se restriega uno los ojos después de haber leído las descripciones sensuales y llenas de colorido que hace de su Galicia natal,”…atrás quedaban los barrancos y los riscos, el humo de las aldeas, las trochas húmedas, el cansado gemir de los ejes de los carros, en lontananza al caer la tarde…”,”…Sobre éste se vertía el agua luminosa y musical de un caño, como si fuera el responso de un abad bonachón.En la lejanía del bosque(alfaguara del amor) se oía el canto embrujado de la tórtola…Las luces de las aldeas y las crestas movientes de aquellos montes donde habitan los lobos entre castaños, tojos y dulcamaras…”,”…La Luna plateaba los tejados de pizarra, alpendres y corralizas”.

En fin, quizás mañana, depende de los duendecillos informáticos, hablemos de la demolición del monumento a los Caídos y sus efectos secundarios.

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