Siguen cayendo soldados españoles en Afganistán (2)

soldados en afganistán

Han muerto en la no declarada guerra de Afganistán, perdida antes de su comienzo, otros dos soldados españoles más otros tres heridos. Así es la noticia:

“El artefacto explosivo improvisado (IED) utilizado en el atentado contra las tropas españolas en Afganistán tenía una carga «como mínimo» de 30 kilogramos de explosivo, según han confirmado fuentes de la investigación. Se trata del más potente explosivo utilizado contra las tropas españolas en la historia, según han contado esta mañana los mandos del contingente desplegado en Afganistán a la ministra de Defensa, Carmen Chacón, durante una entrevista en la base española de Herat.Las primeras investigaciones deducen que por los primeros análisis, el tamaño del cráter y los daños causados al vehículo Lince, como mínimo la carga explosiva superaba los 30 kilogramos. Su explosión provocó la muerte del sargentoManuel Argudin Perrino y la soldado Niyireth Pineda Marín. Asimismo resultaron heridos los soldados Ruben Velazquez Herrera, Jhony Alirio Herrera Trejos y Roi Villa Souto”

En noviembre de 2008 ya escribimos el post Siguen cayendo soldados españoles en Afganistán   que hoy que suscribo en su totalidad ,  enriquecido con los comentarios de los familiares de los allí destacados, como se dice en el argot militar. Destacados  añado yo para defendernos del terrorismo taliban –ya se ha encontrado y matado a su principal jefe en el país vecino- al que será difícil erradicar de su tierra  y para defender unos oscuros intereses económicos que no se le alcanzan al profano.

Entonces  decíamos que  “nos  gustaría saber si hay soldados rusos en estas misiones, o han tomado nota de aquella tremenda derrota y ahora contemplan con curiosidad cómo la civilización occidental se debilita económica y moralmente en una guerra sin sentido y sin salida”

También les ofrecía el fragmento de un artículo de Rubén Cabeza sobre el conflicto:

“…Desde agosto de 2003, es la OTAN la encargada de controlar la ISAF, su primera misión de paz fuera de Europa. Formada por unos 30.000 soldados, repartidos en cinco comandancias regionales —Kabul, norte, oeste, sur y este—. Las fuerzas españolas ascienden a cerca de 700 efectivos, destacados en Herat, al oeste del país. Una de sus tareas más decisivas, ante el temor de atentados, fue la supervisión el 18 de septiembre de 2005 de los comicios en los que los afganos acudieron a las urnas para elegir el primer Parlamento en más de tres décadas.Ahora, la raquítica democracia afgana convive con los cada vez más poderosos talibán, que, enriquecidos gracias a la acelerada producción de opio (6.100 toneladas en 2006, un 59% más que el año anterior), pagan hasta cinco kilos de oro por cada soldado de la OTAN que maten. Así, la organización atlántica que dirige el holandés Jaap de Hoop Scheffer, se juega gran parte de su futuro y credibilidad en un conflicto en el que se ha demostrado impotente, y cada semana acumula muertos por ataques a convoyes, secuestros y guerrillas.España también ha sufrido el zarpazo de los talibán, y como el nuestro, la mayoría de los países vacila a la hora de aumentar su presencia militar en un país en el que los soldados tienen 3,5 veces más posibilidades de morir que en Irak. Bush llama a la desesperada a colaborar en el país, donde además el respeto por los derechos humanos sigue siendo una utopía. En marzo de 2007, la OTAN y el ejército afgano lanzan el mayor ataque conjunto contra las milicias talibán, movilizando a más de 5.500 soldados.”

 

 

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