Urkullu y sus demonios familiares: El Ejército, la Guardia Civil…

Peña Gorbea

guardias civiles

Si antes unas maniobras del ejército español realizadas en el territorio de su jurisdicción, es decir, en suelo patrio, y no en Alemania, por ejemplo, donde también las ha realizado en maniobras conjuntas de la Otan, habían irritado al sucesor del quimérico y jubilado Ibarretxe, Urkullu, nuevo guía del PNV en su camino hacia la reconquista de la identidad y soberanía de su pueblo, la que por cierto nunca tuvo, estaríamos hablando por tanto de conquista, algo que le importa un bledo a tanta gente, ahora un simple control de la Guardia civil caminera, quizá persiguiendo delincuentes comunes o a los chicos de la bomba, también ha cabreado sobremanera a tan pintoresco personaje que sueña con que su pueblo tenga selección propia en la copa de Europa de 20020.

El susodicho control policial  en la cumbre del emblemático monte Gorbea, unida a las maniobras del Ejército en el mes pasado, han producido un indisimulado y profundo malestar en don Iñigo U. que le ha llevado a decir que “el Ejército y la Guardia Civil han subido al Gorbea «por cojones» y con la única intención de «joder» a su partido y al nacionalismo vasco, en cuyo imaginario ese simbólico monte, de 1.482 metros de altitud, ocupa un lugar destacado.”

Fuentes interesadas y para echar más aceite al fuego de la discordia ponían en boca de la soldadesca, al subir al citado monte, los gritos, al subir hasta la cima y colocar la bandera de España, de  “por mis cojones”, “para que se jodan”. Nadie cuando se pasea por el salón de su casa se expresa tan testicularmente a no ser que el dueño de la casa aparezca borracho, drogado o se haya acabado de enterar de que le han puesto los cuernos.

Pero reproduzcamos las palabras o el sentimiento de Urkullu en su blog:

“…Ayer se ha repetido la imagen. Esta vez protagonizada por guardias civiles. Aterrizaron en helicóptero en la cima del Gorbea. Para luego descender a pie por el Parque Natural hacia Murua.  Pidiendo, eso sí, la documentación a todo montañero y montañera que se cruzaba en su camino. Ahora, además de la “enseña” a modo de conquista cual “Perejil”, pidiendo la documentación a los “nativos” por si en sus mochilas portaran o fueran sospechosos de búsqueda de material de “reconquista”.

«Me gustaría saber qué opina el Gobierno vasco, su lehendakari y el consejero de Interior de todo esto. Creo que no lo sabremos nunca, porque están en otra».

También Emilio Olabarria, se suma a las protestas: Ha presentado tres preguntas en el registro de la Cámara Baja dirigidas a Pérez Rubalcaba para que éste explique por qué el pasado domingo un helicóptero de la Guardia Civil sobrevoló la cumbre del Gorbea y varios agentes del cuerpo «pidieron la documentación a todos los montañeros que subieron a este parque natural protegido vasco»

Este partido “exige” a Defensa e Interior les diga si tiene previstas  nuevas maniobras militares o controles policiales en el monte Gorbea, algo que seguramente no será atendido porque ya se sabe que en dicho territorio existe una banda a la que no se les pueden dar esas facilidades.

Y aprovechando el “incidente” de la Guardia Civil arremete contra la supuesta castellanización de la Ertzaintza y la decisión del lehendakari López de eliminar de las calles las pintadas a favor de ETA.

3 comments

  1. Se me ocurre que igual la Guardia Civil estaba buscando a alguien o algo. No sé por que tanto lloriqueo.

  2. si juan, la G.C buscaba joder.
    Desde que, el pasado 17 de junio, tropas del Ejército de Tierra colocaron una enorme bandera española a modo de faja en la cruz del Gorbea, a los sentimientos de sorpresa primero e indignación después de buena parte de los ciudadanos de la CAV les ha acompañado una pregunta, alimentada por la sospecha razonable de que esta forma de proceder no consta en el manual de instrucciones de las maniobras militares al uso: ¿Cuál fue el verdadero motivo del engalanamiento del emblemático monumento con la rojigualda?

    Un documento extraoficial elaborado por personas cercanas a los servicios de inteligencia españoles al que ha tenido acceso este periódico arroja luz sobre esta cuestión, al señalar que la acción no fue resultado de un arrebato espontáneo de los militares cuando alcanzaron la cumbre, para adecuar quizás el entorno a sus preferencias patrióticas mientras daban buena cuenta de bocadillos y refrescos. No, la conquista del Gorbea fue decidida en una comida que compartieron mandos militares con dirigentes y ex responsables del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) y de su antecesor, el Cesid.

    Según el informe, la razón que motivó a los presentes a tomar la decisión de rodear la cruz con los colores rojo y amarillo fue, textualmente, un «para que se jodan». Es bien conocida la carga simbólica de este monumento, situado en la muga entre Araba y Bizkaia y que se erige en lugar de peregrinación para miles de vascos cada año. Animado quizás por la idea, otro de los comensales se sumó al carro y aseguró que «ahora es cuando hay que demostrarles que estamos aquí. A Patxi López le encantará». Se desconoce si esta última aseveración tenía un sentido irónico o no.

    Pero tan importante como las cosas que se dijeron en dicha comida, son las personas que compartieron mantel y que alumbraron la toma del Gorbea. En primer lugar, entre los mandos militares presentes se encontraban responsables del Regimiento de Infantería Ligera Garellano número 45, con sede en el cuartel de Mungia. Una compañía del mismo fue, de hecho, la que protagonizó el incidente, con fotografía final incluida de todos los participantes posando frente a una cruz ya vestida, tal y como publicó DEIA el pasado 26 de junio.

    Según la misma fuente, el responsable intelectual de la acción fue el ex miembro del Cesid y del Ejército, el coronel F.B.B., conocido también por el apodo de Sr. Bidasoa, de cuyos labios salió el mencionado «para que se jodan». La referencia al cambio político ocurrido en la CAV y al lehendakari hay que atribuírsela a un íntimo amigo del primero, el jefe en Euskadi del CNI, J.P.G., alias Sr. Pasajes, ambos con «una manifiesta ideología derechista». A la comida también acudió el jefe de la oficina del CNI en Donostia, el civil F.J.M.C., que ha sido nombrado recientemente jefe de secretaría de la División de Inteligencia Exterior.

    Respecto a la trayectoria del Sr. Bidasoa y el Sr. Pasajes, el segundo ingresó en el Cesid cuatro años más tarde que el primero, al parecer recomendado precisamente por su amigo y jefe. Y es que ambos compartieron destino en la oficina del Cesid en Donostia hace unos 16 años, aunque fueron posteriormente trasladados a destinos en el exterior del Estado. Los motivos: los «gastos excesivos» que se les atribuyeron y diversos enfrentamientos con el personal auxiliar de la oficina, todos ellos agentes de la Guardia Civil.

    De este modo, F.B.B. fue enviado a la embajada de Ciudad de Panamá y J.P.G. a la de Tegucigalpa, ambos como delegados del Servicio con cobertura diplomática. Al poco tiempo de su incorporación, el primero fue cesado como consecuencia de un grave incidente con el embajador español. F.B.B. se reintegró en el Ejército y terminó su carrera recientemente, pese a lo que aún tiene gran capacidad de influencia, como demuestra el suceso en el Gorbea que inspiró.

    Por su parte, tras pasar unos años en Tegucigalpa, J.P.G. fue destinado como responsable del CNI en Euskadi, donde volvió a encontrarse con su antiguo camarada.

    La participación directa de los máximos responsables del CNI en la CAV en el encuentro donde se planeó la conquista del Gorbea afecta directamente al Gobierno español, que en su momento mostró su extrañeza, en palabras de la vicepresidenta primera María Teresa Fernández de la Vega, por las críticas que el PNV dirigió contra la acción militar.

    Y es que, según el informe extraoficial consultado por este periódico, «el Gobierno no puede alegar desconocimiento de lo ocurrido, ya que el jefe del CNI en Euskadi conocía lo ocurrido desde su gestación. Además, en virtud de sus especiales funciones, está obligado a informar de asuntos de esta naturaleza a sus superiores».

    El Grupo del PNV en el Congreso ha elevado tres preguntas a la ministra de Defensa, Carme Chacón, para que dé explicaciones sobre las actividades desplegadas por los militares el mes pasado en el monte Gorbea. Este hecho provocó el enojo de De la Vega, que dijo «no entender el motivo de la polémica ni el enfado del PNV, a no ser que trate de llamar la atención al precio que sea». En ese momento, la vicepresidenta justificó la actuación de los militares como una práctica habitual cuando se desarrollan estos ejercicios tácticos.

    «Bandera siempre gloriosa» Más allá del hecho de que los mandos del Regimiento de Garellano, que protagonizó las maniobras en el Gorbea, participaron en la comida en la que se decidió la conquista simbólica del monte, un vistazo a la letra del himno de este acuartelamiento pone de manifiesto que la poco ortodoxa maniobra fue seguramente recibida con alegría por los militares que se encaramaron a la cruz. «Soy soldado en Garellano Regimiento/Bilbaino por el amor a la villa y español/por su destino/Soy soldado en Garellano es decir soy/caballero el más gentil y arrogante/que existe en el mundo entero», comienza.

    La siguiente estrofa es la que se refiere directamente a la enseña rojigualda, y dice así: «Sirvo orgulloso a la Patria y el día que/por ella muera quiero que cubran mi cuerpo los pliegues de mi bandera/Bandera siempre gloriosa bandera no/mancillada Santa Bandera Española por/cien pueblos venerada/venerada…». La copla concluye con la referencia a «las chicas bilbainas», que «cuando pasan en formación con el alma a flor de labios entonan esta canción» y con vivas a Garellano, al «Garellano bizarro y valiente».

    El Regimiento de Garellano ha estado tristemente de actualidad en los últimos meses debido a la condena a un año de cárcel que se impuso a Francisco Bajo Ojeda por vejar y acosar sexualmente a una subordinada entre julio y agosto de 2004, cuando era teniente coronel jefe de la Plana Mayor del Regimiento Mixto de Infantería en el acuartelamiento de Mungia. El Tribunal Militar Central le condenó por un delito de abuso de autoridad en su modalidad de trato degradante a un inferior. Ya en 2002 fue arrestado y condenado por agredir a un subordinado.

  3. No hay que descartar la versión del «que se jodan». Pero también jode que se considere «la acción» de colocar la bandera de España en cualquier lugar del territorio nacional, se trate de la región vasca o manchega, como que hiere la sensibilidad de esos españoles que al cabo de 500 años han decidido no sentirse como tales.

    Seguramente esos mandos han ido con esa intención de joder a esos apóstatas territoriales. Seguro que a la mayoría de los vascos la cuestión les importa una higa.

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