Kiko Argüello y su Camino Neocatecumenal en Cibeles

kiko argüello

La marcha del Papa no trajo la tranquilidad a las calles de Madrid porque Kiko Argüello, con el beneplácito del incansable Rouco., organizó un acto, un Encuentro Vocacional en la Cibeles, con lo que el caos del tráfico se mantuvo un día más. El Acto lo organizó porque «el Señor me ha dicho: ‘Kiko, hay que preparar 20.000 sacerdotes para evangelizar  China; aquí hay 300.000’» (Pocos, Kiko, creemos, para que 1.500 millones de chinos estén dispuestos  dejar de adorar a Buda y a Confucio su profeta)

Se ve claro que parte de la jerarquía eclesiástica está en perfecta forma física al estar dispuestos, tras cuatro día intensos acompañando al Papa, a seguir al pie del cañón buscando formulas para que la evangelización preconizada por el Sumo Pontífice se lleve a cabo.

Así, en el altar, junto a Kiko estaba un exultante Rouco Varela, acompañado del cardenal Rylko, otra decena de purpurados y casi un centenar de obispos, que contemplaron, entre aterrados (por las palabras de Kiko) y sorprendidos (por la marea de vocaciones surgidas del encuentro), el espectáculo que tuvo lugar en el centro de Madrid.

Algunas de las palabras de Kiko: “Soy «un converso del ateísmo a la fe«, contrapuso la juventud «de los indignados, de los que en Inglaterra han quemado coches», con otra juventud «que está salvada». Puso ejemplos de chicas violadas, alcoholizadas, en la calle, que descubrieron el Camino Neocatecumenal y se convirtieron al «kerigma» de Kiko Argüello…. que no al de la Iglesia”

«El kerigma anuncia la Salvación. Si yo os anuncio el kerigma en siete minutos, se realiza vuestra salvación«, advirtió de la «antropología horrible» de la sociedad europea, donde «los hombres han perdido el sentido del pecado y piensan que todo el mundo se salva, pero no. Existe el pecado, y en cualquier circunstancia. «No podemos mirar a una mujer porque somos adúlteros, no podemos insultar a una persona porque seremos asesinos»
«¿Y quién es mi enemigo? Tu mujer, tus hijos, el otro es el Infierno. Los hombres abortan, se divorcian, mienten roban… por el temor que tenemos a la muerte, estamos sometimos a la esclavitud del demonio»

Es curioso que Rouco y demás prelados escuchen esto sin inmutarse aunque su presencia física es todo un síntoma.

Y recordando el mensaje que Benedicto XVI es de destacar que este diga que no se puede buscar a Jesucristo fuera de la Iglesia y que los jóvenes deben practicar la mansedumbre, de un lado, y tratar de evangelizar a sus coetáneos, idea que apoya Kilo aunque con más ambición.

Como de costumbre, entre los detractores del Papa, destaca Pérez de Albéniz que se burla de que quiera a los jóvenes “célibes, austeros y obedientes. Un perfil francamente triste para los soldados de un ejército que aspira a la vida eterna. Me van a perdonar, pero sin comerse un rosco, sin algo de cash y mansos como corderos… ¡Vaya mierda de vida eterna! No aspiran a mucho los seguidores de Benedicto & Co, esa multinacional del perdón y el pecado que ha tenido a bien advertir a sus fieles de la existencia de copyright: “No se puede seguir a Jesús fuera de la Iglesia”, sentenció el Teddy Bautista del catolicismo. Fue la guinda a unas jornadas esperpénticas que se pudieron seguir con detalle en las televisiones públicas sumisas y, por supuesto, en Intereconomía, 13TV y Canal Diocesano”

“Sobre Cuatro Vientos cae agua bendita”, decían sin la más mínima ironía en Telemadrid mientras el aguacero dejaba a célibes, austeros y obedientes empapados como pollitos. En TVE retrocedieron algunas décadas, recuperaron el tono anímico del NODO, y ofrecieron horas y horas de decepcionante televisión antediluviana. Televisivamente hablando, el espectáculo organizado por Benedicto estuvo muy por debajo de lo que reclama el siglo XXI”

“La presencia de Lucifer, aunque hubiese sido como telonero, hubiera dado otra dimensión a un show de carácter conservador, pero lo más parecido a la presencia del maligno fueron cuatro truenos y media docena de relámpagos. Poca cosa para una ciudad que ha dedicado una estatua al ángel caído y tiene un barrio tan satánico como Carabanchel. El Papa, algunos cientos de obispos, unos millares de monjas y un millón de sumisos no pueden competir, televisivamente hablando, con Mila Ximénez, ex del ex tenista Santana y rabiosa diablesa de Telecinco durante la visita de las JMJ. Benedicto propone una mujer pura, obediente y silenciosa, una monjita, circunstancia que aprovechó Vasile para poner su cadena en manos de una pécora que, lejos de ajustarse a ese papel de fémina secundaria, parece poseída por mil demonios sarnosos. Ximénez arrasó en “La Noria” con sus exabruptos, sus malos modos y sus giros de cuello de 360 grados,, mientras que Benedicto empalagó con su palabrería hueca, su hipocresía moral y la rigidez cervical que le produce el camauro”

 

 

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