18 de Julio

 

franco y queipo de llano

dos combatientes de bandos distintos

fosa de gumiel de izan

Creemos que la Guerra Civil de 1936, de la que cada vez van quedando menos actores y de la que hoy se conmemora el 75ºaniversario de su comienzo es algo que marcó a millones de españoles y de ciudadanos del mundo. Después de la 2ª Guerra Mundial es el suceso que más literatura ha producido  y hay quien dice que todavía no se han desvelado las claves. Lo que iba a ser una revuelta a cargo de unos generales golpistas que iba a ser controlada en unos cuantos días se extendió a lo largo de tres años sobre todo porque ya en los inicios el bando rebelde fue apoyado por los gobiernos nazis y fascistas de Alemania e Italia.

Una tragedia en toda regla que ocasionó en ambos bandos centenares de miles de muertos, en una proporción de tres a uno “a favor” del bando nacional (150.000 contra 50.000) con la diferencia de que las víctimas de los nacionales fueron a cargo de las instituciones y las de los republicanos ocasionadas por bandas de anarquistas sobre las que la República había perdido el control. A esas víctimas directas hay que unir las indirectas: no menos de 4 millones de españoles sufrieron de una u otra manera los rigores de la represión de los vencedores, algo que está documentado en los archivos y que tienen bastante rigor: García Lorca no aparece como víctima porque no han aparecido rastros escritos oficiales de su asesinato.

Una conmemoración que forzosamente hay que hacer pero con seriedad y sin que se vea en ello, como dice cierta prensa nostálgica de los vencedores, “ una manipulación y exhumación de todos los odios que creíamos definitivamente enterrados, olvidados y perdonados con la concordia de la Constitución, hasta que vino este malvado e insensato nieto de su abuelo [Zapatero] a desenterrarlos con la Memoria Histórica, como si en aquella guerra cainita no hubiera habido ningún otro asesinado”

Y mucho menos ver aquellas fechas y su conmemoración de una manera “cáustica y divertida” según el estilo de Antonio Burgos:

“Me sorprende que nadie haya recordado que se ha cumplido también el LXXV aniversario del asesinato del diputado don José Calvo Sotelo por la Guardia de Asalto, que lo secuestró en su casa. Aquella aberración del orden constitucional fue como si ahora la Policía Nacional fuera de madrugada a detener sin orden judicial a Rajoy, lo sacara medio en pijama y se lo llevara en una coche zeta, en cuyo interior le descerrajasen cuatro tiros, arrojando luego su cadáver en el Cementerio del Este.

De Calvo Sotelo no se ha acordado nadie en su cabo de tres cuartos de siglo, pero verá usted hoy mismo y sobre todo mañana lunes, aniversario de la leña marismeña, la que les espera a Franco, a Queipo y a Mola, ¡ahora sí que les van a ganar la guerra!

Pero tranquilos, yordis, que mis olvidados 18 de Julio no son de terror, muerte y sangre. Quiero evocar no este LXXV aniversario del Alzamiento, sino por ejemplo el XXV. Lo que era, por ejemplo, el 18 de Julio en 1961.

Miren ustedes: a aquellas alturas del olvido de las fatiguitas, en los felices 60 del desarrollismo, el 18 de Julio no era ya una fecha de exaltación de camisas azules y uniformes caquis, ni de desfiles, inauguración de pantanos y pisos sindicales, y marchas militares por la radio.
Lo que se inauguraba el 18 de Julio era el verano, paga extraordinaria en mano. El 18 de Julio era ya sólo el día de la paga. De la paga extra de verano en la España de las quince pagas.
Que no era tan negra como nos la quieren pintar. La gente pasaba sus dificultades, pero amaba, soñaba, reía, pagaba letras, se compraba un pisito, se casaba, tenía hijos, ilusiones y esperanzas. Ya media España tenía un Seiscientos y alquilaba por quince días un apartamento en Benidorm o en Chipiona. Ya era la España de la televisión, la nevera, la lavadora, los yeyés, los pantalones de campana, los modernos, ¡entonces sí que había modernos y modernidad, y no ahora!
En aquellos 18 de Julio nadie pensaba ya en el Cuartel de la Montaña, ni maldecía el micrófono de Queipo, ni se acordaba de La Pasionaria. Eso ha sido lo desenterrado ahora, todo lo felizmente olvidado, cuando el malvado nieto de su abuelito ha venido a reabrir heridas cicatrizadas.
En aquellos 18 de Julio de paga de verano y 600 que evoco, en lo que se pensaba era en echar el día de piscina en el Parque Sindical, en la terreza del cervezón y los platos de gambas. Sí, he dicho gambas: la gente se hartaba de gambas y de cerveza el 18 de Julio, con la paga extraordinaria”

5 comments

  1. Tengo una pregunta.Que opinión tiene el Sr.Alfonso Valencia sobre el papel que desempeñó el gobierno de la Unión Soviética en la Guerra civil?

  2. La República consiguió el apoyo de la URSS, que suministró equipo bélico, seguramente pagado con el llamado “oro de Moscú” pero supongo ese apoyo se fue haciendo cada vez más testimonial a raíz de la firma del Pacto Ribbentrop-Mólotov (pacto de no agresión nazi-soviético).

    Unamos a esta desgracia para la República que los paises llamados democráticos, Gran Bretaña y Francia firmasen a su vez los Acuerdos de Múnich con la Alemania Nazi –también la Unión Soviética- con lo que nazis y fascistas habrían tenido las manos libres en España.

    Esa es mi opinión, quizás un tanto simplista. Espero la suya que a lo mejor es diferente.

    Saludos

  3. Muy buen artículo, Alfonso.

    Creo que quienes tuvieron las manos libres fueron los golpistas con el apoyo de los otros, además de la conciencia también libre por la falta de escrúpulos en nombre de Dios, que les permitía armarse de terror sin principios ni leyes.

    «Esta gente», así se les ha llamado siempre en Andalucía, buscaban imponer su voluntad a costa de lo que fuese sin importarles nada ni nadie. Una vez anulado el principio de «conservación» de vidas y bienes, más la superioridad del armamento, «ganar» a su manera, se presenta mucho más fácil.

  4. ¿Pacto Ribbentrop Molotov?firmado en verano del 39, cuando los nacionales ya se paseaban por la Cava en Madrid. ¿Acuerdos de Munich?¿que tienen que ver los sudetes alemanes con la Guerra Civil?
    Yo recomiendo dos libros, de Salas Larrazabal, El Ejército Popular de la República y Pérdidas de la Guerra. a lo mejor alguno hasta se sorprende,jejejeje

  5. Espoleado por la intervención de Martínez Anido, que SI debe ser un estudioso o aficionado a estos temas leo más cosas sobre la ayuda soviética a la República:

    «la decisión de la URSS de ayudar militarmente a la República Española se tomo a finales de septiembre de 1936, la llegada masiva de personal y material soviético, se produjo en octubre cuando la situación para el bando republicano se había convertido en insostenible sin embargo la llegada de los soviéticos a España tuvo dos resultados, el primero, fue parar la ofensiva y salvar Madrid del cerco Nacionalista, el segundo, motivo a Mussolini y Hitler, a decidirse a proporcionar a los Nacionalistas mas tropas y mejor material de Guerra para contrarrestar el potencial soviético y asegurar la victoria.

    Otro tema debatido, es la cantidad de personal soviético que participo en la Guerra Civil Española, aquí nos encontramos con información dispares, M. Alpert cita que una obra recientemente publicada en la Unión Soviética daba las siguientes cifras: 772 aviadores, 351 tanquistas, 222 consejeros e instructores militares, 77 miembros de la marina, 100 artilleros, 52 expertos militares de otras clases, 130 ingenieros y trabajadores de la industria aeronáutica, 156 especialistas en radio y comunicaciones, 204 interpretes, 2064 en total, de los cuales sólo hubo entre seiscientos y ochocientos en España a la vez. Estas son las cifras que da también Vittorio Vidali (Carlos Contreras) en un articulo en el diario Italiano Avanti.
    Se supone que hubo entre 3 y 4 relevos de personal, Indalecio Prieto, dice que nunca hubo mas de 500 soviéticos a la vez, lo que sitúa la cifra en torno a 2000 personas. Si consideramos la situación a finales de 1936, momento en que volaban varios grupos de escuadrillas totalmente Rusas, que la primera formación de carros también lo era y que había gran cantidad de consejeros en todas las demás armas así como muchos policías, burócratas y traductores, se ha de admitir que al menos en aquel momento había en España mucho más de 500 hombres.

    Podemos comprobar otras referencias en otros autores sobre la cantidad de Rusos que actuaron en España, Brasillach y Bardache aceptan la cifra de (no más de 500 a la vez), Broué y Terminé elevan a (nunca más de 1000) y Krivitsky la cifra a un total de 2000. Muy pocos de los que componían el contingente soviético permaneció en España por periodo superior a un año.

    La estructura del aparato de consejeros militares soviéticos estaba organizada de forma que la ayuda abarcaba tanto a los órganos centrales de la República así como a las unidades, divisiones y destacamentos militares. Este aparato estaba dirigido por un Consejero Militar jefe con cuartel general propio, a este le subordinaban los consejeros. El grupo fundamental de consejeros trabajaba de forma directa en las unidades militares y flota. Desempeñaron respectivamente el cargo de consejero Militar jefe en España Janis Berzin (1936-1937) que tenia bajo sus ordenes a los Generales Jakob Shmuschkievitch alias «Douglas», jefe de la Aviación Republicana, a Berzin le fue confiado en octubre de 1936 toda la responsabilidad del frente Centro debido a la situación tan caótica por la que atravesaba, G. Stern reemplazo a Berzin en 1937 y K.Kachanov hizo lo propio en 1938

    A diferencia de los grupos de aviación que lucharon en el bando del ejercito Nacionalista, tales como la Legión Cóndor y la Aviación Legionaria, que formaron grupos de aviación independientes y si descartamos los primeros meses de la intervención soviética en la guerra civil en los que existieron algunas escuadrilla exclusivamente formadas por personal soviético, los pilotos rusos fueron encuadrados en la aviación republicana aunque al mando de la aviación siempre permanecieron los asesores cuya autoridad no puede ponerse en duda»

    Evidentemente lo del tratado de Ribbentrop Molotov ha sido un gazapo cazado hábilmente por él a ser firmado en el 39 pero supongo que el de Munich, en 1938, si tendría algo que ver en el apoyo soviético a la República»

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