Algo más sobre el acento andaluz

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En el vídeo: el andaluz explicado con sabiduría y con gracia y salero por un profesor multidisciplinar, recientemente fallecido. Lo que sigue es del blogger, mejor bloguero, que a duras penas continúa en la brecha porque hoy la gente es más de videoblog que van desde el influyente Iñaki Gabilondo a aquellos autores de chuminás que son los que suelen tener más éxito gracias a su amplia difusión por las redes sociales. El último el de los Morancos y su sutil humor, subido a youtube, lo que les proporcionará muy buenos dividendos. En estos momentos lo está promocionando Zapeando…

Ese español sonrojante, y lleno de vicios sintácticos de mi anterior entrada, no se lo achaco ni mucho menos al hablante castellano poco instruido que no ha tenido la oportunidad de pisar la Academia ni de cultivarse posteriormente -ya sabemos que, por mucho que disimulen, a los Estados no les conviene un pueblo cultivado para así poderlo engañar mejor- sino a aquellos que son maleducados, ignaros y prepotentes con muchas ínfulas, que se las dan de doctos en comparación con los de otras regiones, por algo como el habla que ya casi se nos viene dada en los genes: observen la forma particular de yeísmo de Argentina o la pronunciación sonora de la CH de las Islas Afortunadas ( ‘muyayo’ por muchacho)…, como si la cavidad bucal ya se trajese conformada de esa manera, cuando se sabe que es un proceso que se adquiere por imitación del entorno: observen la forma de hablar de los habitantes de LuSena o de un chino que se haya criado en La Palmilla malagueña: ya verán en qué andaluz y malagueño rompe a hablar…

‘A pesar’ del acento andaluz, brillaron en todo el mundo, entre otros muchos, personajes como el onubense Juan Ramón Jiménez y su poesía pura, y con el deje moguereño, el primero en llegar a la Indias , o García Lorca, con su poquito de mala follá granaina, con su irracional poesía y su dramaturgia excepcional, junto al centenario y fecundo Francisco Ayala, que conservó hasta su centenario final el acento de su niñez y su habla granadina, o Picasso, el genio entre los genios del siglo XX con el habla malagueña de la plaza de la Merced , el ceceo malacitano, o Felipe González, un gran presidente, criado en el barrio de Bellavista, entre vacas y con el acento paterno de la Montaña interfiriendo en el habla de la Sevilla de los años 40, años de gran escasez, aunque a él por lo menos no le faltara la leche, que para muchos, la mamó muy mala y para otros de excelente calidad, apuntándose a la primera teoría Losantos, Pedro Jota o Anguita, antiguos admiradores suyos, aunque dados en una época a llamarlo el señor X, cuando éste lleva con mucha honra los linajes de los González y de los Márquez, de toda la vida.

En fin, por todo esto debemos siempre estar muy orgullosos de nuestro acento andaluz, aquí y en la Cochinchina.

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