Ana Rosa Quintana vs Finlandia

Ana Rosa Quintana @anarosaq ha lanzado el siguiente tuit: “Estupenda la educación en Finlandia, y el frío, los suicidios y no poder sentarte en una terraza a tomar unas Cañas y unas tapas?,  9:38 PM – 03 Feb 13, después de haber visto el programa Salvados de Jordi Évole dedicado a la educación en Finlandia y la inevitable comparación con la que se da en España, que de nuevo está inmersa en estudiantiles huelgas por  mor de la la 7 ª reforma educativa de la democracia, esta a cargo de Wert y seguramente la más retrógrada de todas y que pretende una vuelta a los oscuros años sesenta.

 Al ver que había incendiado, de nuevo, las redes sociales, intenta rectificar con otro tuit dirigido a un de sus colaboradores: «Por cierto, Max siempre me dice que la ironía no se entiende en el mensaje corto», que ignoramos qué ironía puede existir en la reproducción de los topicazos referidos a los países nórdicos, como son el mal tiempo y los suicidios… Además la escritora, espejo en que se mira media España , debería se más cuidadosa con el empleo del lenguaje porque a qué viene poner cañas con mayúsculas o poner sólo el signo de interrogación al cerrar la frase, aunque en su descargo se puede afirmar que algunas tablets no traen ni la ñ y el signo de interrogación de apertura (¿).

 Lo cierto que esta intervención en la red de microblogging, ha incomodado a muchos, lo que han trasladado a la citada red:  »Este tweet demuestra lo buena que es nuestra educación» o el tuitero  @little_droid , que le decía que “no era tiempo de ironías, la gente está muy cabreada»

 Pero el que atiza con más fuerza es Tom C. Avendaño, en El País, que en Ana Rosa Quintana contra el frío de Finlandia, analiza la enorme influencia que las redes sociales, en concreto twiter, está teniendo en la población, de manera que el tuitero se erige en justiciero cuando algún famoso dice alguna estupidez o nadería lanzándose raudo a corregirlo, el último caso en el Ana Rosa y la educación en Finlandia:

“Twitter tiene, en nuestra aparentemente cálida y apetecible España, una vocación de superhéroe que en otros países resultaría difícil de explicar: se acepta con más o menos resignación que un cargo público como Durán i Lleida tuitee que él cree lo que dijo Rajoy en su marciana intervención del sábado sobre los papeles de Bárcenas, cuando el clima general en la red social era de indignada incredulidad; pero en cuanto un famoso como Paula VázquezRussian RedAmaia Montero o, ahora, Ana Rosa Quintana, sueltan algo que suena ridículo, la masa acude rauda a vestir la toga de juez colectivo para corregir públicamente el error con el ruido de quien alerta de un crimen contra el Estado.

En el caso de AR, la veterana de la programación matutina en esta disfrutona España debía andar viendo el monográfico Salvados, el programa de La Sexta que ayer se centraba en comparar el sistema educativo español con el finlandés, como otros 4.307.000 españoles, cuando se le debió venir a la cabeza el siguiente silogismo:

 El superhéore tuitero empezó en el acto a cocer un caldo de cultivo perfecto para que esta mañana el asunto adquiriera dimensiones de escándalo nacional. El tuit, huelga decirlo, se corrió como la pólvora. Pero no tanto como las consabidas bromas y los insultos. Los primeros caen dentro de la categoría de material tuitero cuando la actualidad da una excusa para hacer una broma. Los segundos, especialmente denigrantes y virulentos, acaso propios de un país que está aprendiendo a odiarse a sí mismo, a su complacencia y a que el mérito su más indiscultible sea su clima. Ambos compartieron, curiosamente, una fijación con la polémica del libro que o ella o su negro plagiaron en 2000: que, tras décadas en antena a diario, solo se le eche eso en cara sería todo un triunfo si AR no hubiera porque más bien denota el olvido de otros momento difícilmente defendibles como la entrevista a la mujer de Santiago del Valle

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