Apostillas al libro «Perfiles de un pueblo…».Campillos

Comienzo a leer con fruición la primera parte. Es algo impagable para mi que abandoné el pueblo unos años antes aunque nunca perdi contacto con dicha realidad y , de momento, conozco a todos los protagonistas.
Saboreo el humor gallego del autor al que traté algo personalmente en los inicios de su andadura en Campillos y al que podría enriquecer con algunas anécdotas del Colegio, antes de que él llegara.
Por ejemplo, una en que un profesor cuyo nombre voy a omitir daba una clase de Química y llenó la pizarra de fórmulas. Dicho profesor retrocedió dos metros para ver la pizarra en su conjunto, se tocó la barbilla, y añadió 1/2 a una de las ecuaciones. Un alumno avispado le pidió explicaciones por dicha adición inexplicada. El profe le espetó: «Toda su puñetera vida ha estado ahí ese 1/2 y no vas a venir tú ahora a quitarlo». A ver quién es el guapo que siguió pidiendo aclaraciones.
Por último y por deformación profesional en mi caso, y atribuyéndolo a un error de transcripción o de memoria, observo que se dice «in ilo tempore». «Ilo» por «Illo», Alberti por «El Berti» o Catalina por María Dolores y algunas erratas más.
Ya que has tenido la valentía de abordar este espinoso tema eres digno de todo tipo de ayuda para refrescar la memoria. Setenta años no son nada para que se haga justicia, aunque sea justicia poética.

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