Camps sigue con la suerte de cara

campas y arenas ante la macarena

 ¿Cómo enfocar este post para que no parezca demagógico o irreverente a los de siempre? No veo la forma de conseguirlo así que me limitaré  la exposición de los hechos que consisten en que Camps ha visitado la Basílica de la Macarena para agradecerle –según interpretación de medios tan dispares como El Mundo, Público o El Plural- a la titular el que ésta haya intercedido ante más altas instancias celestiales y logrado su victoria pírrica, su absolución por la mínima (5-4) del delito de cohecho impropio:

“Acudió acompañado de Javier Arenas, presidente del PP andaluz  , Juan Ignacio Zoido, alcalde de Sevilla, y otros rostros destacados del PP de Sevilla a una misa y posterior besamanos a la imagen de la Virgen. Según una nota de la Hermandad de la Macarena Camps «ofreció las intenciones de una misa a la Santísima Virgen».

Camps, de rebote, ha tenido la suerte de que el nombramiento de un nuevo fiscal del Estado, Eduardo Torres- Dulce, por el PP  haya influido en que la Fiscalía Anticorrupción no recurra al Supremo  la declaración de no culpabilidad en el caso de los trajes, dejando a sus perseguidores políticos, el  PSPV, que representa la acusación particular,  el recurso de esta sentencia ante el Tribunal Supremo, con el culo al aire.

Y se pregunta Jose Antonio Hernández en El Mundo:

“¿Para qué tantos meses de trabajo, informes y análisis si luego llega el jefe, o el jefe del jefe, que ahora viste de azul Gallardón, y echa el freno al recurso con el argumento de que “no hay base jurídica” para elevarlo al Supremo? Eso en todo caso eso debería decidirlo el Supremo. ¿Por qué privar a un tribunal profesional de que revise un fallo tan controvertido como el de Valencia? ¿Para descargarlo de trabajo? ¿O subyace el temor de que Camps monte en cólera y la líe en Valencia si los suyos del Gobierno, que ahora mandan en la Fiscalía, permiten el recurso al Supremo? La misma instancia que, en 2010, ordenó a Camps sentase en el banquillo por cohecho impropio luego que su “más que amigo” De la Rúa le exonerase.

No es fácil revocar la postura de un jurado popular, pero resulta tan irreverente el veredicto que sorprendería no agotar el proceso si no fuera porque la Fiscalía también ha cambiado el color de su chaqueta. Falta por ver si la consigna de quietos parados se extenderá al macrosumario de 400.000 folios que ha enviado el juez Pedreira a la Audiencia Nacional con medio centenar de imputados en las andanzas punitivas del cabecilla de la red Gürtel, Francisco Correa. Un hombre de pin azul cuya salida de la cárcel se acerca y que también sabe demasiado de gaviotas y trajes descoloridos”

 

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