Como el que está siendo juzgado es el todavía menor de edad, El Cuco, que se enfrenta a una pena máxima de 8 años por su presunta participación en la violación, posterior muerte y ocultamiento del cadáver de Marta del Castillo, no nos referiremos en esta ocasión al principal acusado de los anteriores delitos aunque si hay que decir que la Fiscalía de Sevilla se ha opuesto nuevamente a dejar en libertad a Miguel Carcaño –el único de los imputados que aún permanece en prisión-, ya que entiende que existe riesgo de fuga y de ocultación de pruebas, pues el cadáver aún no ha aparecido.
Por lo tanto nos limitaremos a este menor de edad del que la abogada, de la familia de Marta, Inmaculada Torres cuenta lo siguiente extraído de las escuchas telefónicas de sus conversaciones desde el reformatorio:
“Más que palabras duras, lo doloroso había sido escuchar cómo el menor que se suponía amigo íntimo de la joven asesinada no demuestra compasión por la familia de Marta ni ninguna pena por lo que le pasó a su amiga». «Le dice a su madre que se ponga en contacto con la familia de Samuel, pero no con la de Marta de la que habló una sola vez: al contarle a su madre que en el centro de menores le han encontrado una cuchilla escondida en un zapato, cuando le dice: «siempre me estoy metiendo en líos, primero el follón de la Marta y ahora lo de la cuchilla».
«Muestra más sentimiento por un perro que por Marta, pregunta mucho por la mascota de la familia en esas conversaciones y habla con el perro por teléfono, pero nunca menciona a Marta, algo que resulta incompatible con la amistad y el cariño que decía tener por la joven, en cuyas labores de búsqueda tampoco participó, sino que «desapareció» durante unos días”,”el menor hablaba «lloriqueando y haciéndose la víctima, porque es su forma de hablar»
Antonio del Castillo opina que de las grabaciones se deduce que «los padres del Cuco saben todo lo que pasó y no quieren ni que el niño hable», algo que le sorprende. También se duele de la cantidad de veces que la madre le avisa de que los teléfonos están pinchados, sin preguntarle si sabe dónde está Marta.
En cuanto a su coartada de que estaba en su casa durmiendo la noche de los hechos queda desmontada por el repetidor telefónico que ha analizado su llamada que lo sitúa en Nervión, lejos de su casa.
La abogada de la familia piensa que la versión del crimen que el juez ha considerado más creíble y por la que se está juzgando al menor, es aquella en que Miguel Carcaño explicó que, antes de matar a Marta, él y el Cuco la habían violado amenazándola con una navaja del menor, que éste le había regalado a Miguel. El arma fue encontrada en una alcantarilla delante de la casa de Miguel, donde él dijo que la habían arrojado.
El abogado del Cuco, Fernando de Pablo, afirma que no hay pruebas que incriminen al menor y consideró que las escuchas telefónicas «no aportan nada nuevo, sino que redundan en que el menor no ha participado».
