Corrupción, titiriteros y callejeros

 

Tengo el blog abandonado desde hace meses por motivos personales. Al parecer ya se están vislumbrando soluciones, aunque la mísera actualidad a lo que te anima es a retraerte más si cabe. Así estos días asistimos al espectáculo de que un partido hipócrita anda con la corrupción hasta las cejas por mucho que los otros partidos tenga a bastantes  de sus miembros con la agenda repleta de citaciones judiciales. Pero hemos de convenir en que unos dan más asco que otros, claro según desde qué sensibilidad lo miremos porque en Valencia, en la última encuesta del CIS han vuelto a ganar los mismos.

Estos días se encuentra en pleno debate mediático, gracias a columnistas y escritores, la antisocial normativa española en materia de pensiones de jubilación que, además de recortar con topes máximos -con la excusa del ‘reparto’- la cuantía a la que cada quien tiene derecho y que se ha molestado en cotizar durante décadas, al resultante percibido se le hace pagar el impuesto sobre la renta como si de ello se tratase y se le añade el ilegítimo gravamen de impedirle cobrar tal prestación fruto de sus ahorros si, tratando de mejorar su precario nivel de vida sostenido por tal pensión, trata de seguir contribuyendo a la creatividad y productividad social con algún trabajo extra u ocasional que le suponga un complemento superior a los 700 euros mensuales.

Pero al pueblo llano se le hurtan esta cuestiones con el asunto de los titiriteros y de los nombres de las calles. Todo muy ridículo. Y para no extenderme les muestro la opinión de un colega que ve especialmente sangrante lo que están haciendo con el callejero de Madrid esos nuevos bárbaros que hacen de Atila una virginal ursulina:

Alfonso Valencia Pérez afirma:

«Si atentado a la libertad de expresión es encarcelar a unos tirititeros por el contenido de una obra de teatro, el mismo atentado veo en purgar a intelectuales y escritores ya fallecidos y retirar sus nombres del callejero de Madrid. Y el criterio, bastante dudoso.

Abajo van los nombres propuestos por la Cátedra de Memoria Histórica para retirarlos del callejero madrileño. Purga stalinista pura y dura. ¿Qué hacemos después?, ¿quemamos sus libros?, ¿prohibimos la representación de las obras que un día compusieron?, ¿los sacamos de los libros de texto? Que nos oriente la Cátedra para no quedarnos rezagados… Además son tan inútiles que se dejan a muchísimos más. Claro que pensándolo bien, eso les da pie a realizar un informe bis y seguir cobrando. ¡Salud camaradas!

Agustín de Foxá. Escritor. Compuso el Cara al sol.
Alfonso Paso. Dramaturgo. Según el informe, “fue profundamente joseantoniano”.
Concha Espina. «Escritora falangista”.
Eugenio D’Ors. Pensador y filósofo. Jefe Nacional de Bellas Artes.
Josep Pla. Escritor afiliado a la Falange.
Pedro Muñoz Seca. Escritor. Fue fusilado.
Salvador Dalí. Pintor. “Apoyó a los sublevados desde Estados Unidos”.
Enrique Jardiel Poncela. Escritor. Autor de Eloisa está debajo de un almendro.
José María Pemán. Novelista, poeta, dramaturgo.
Miguel Mihura.Escritor y director de La Codorniz.
Gerardo Diego. Poeta.
Manuel Machado. Escritor y periodista.
Álvaro Cunqueiro. Escritor. Se afilió a la Falange.
César González Ruano. Escritor.
Joaquín Turina. Compositor y director de orquesta.

Ante la duda que algunos han manifestado les diré que la lista Sí es real, pero Carmena se ha echado atrás en lo que refiere a personajes de la cultura, pero la lista existe.

http://ccaa.elpais.com/…/09/madrid/1455047390_887502.html «

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