El pintoresquismo de Francisco José Fernández de la Cigoña

Creía que con la noticia de  Franco, tenista, en que aparece el dictador con una raqueta en la diestra dando un pequeño saltito, muy lejos desde luego de la elegancia innata del Roger Federer o de los violentos escorzos de Boris Beker, tenía hecho el cupo de las noticias pintorescas, pero hete aquí que de nuevo hemos de dirigir  la mirada hacia Francisco José Fernández de la CigoñaLa Gaceta, 21 de noviembre de 2012, católico a macha martillo, como gustaban a don Marcelino Menéndez y Pelayo, y reducto de la la más pura ortodoxia católica desde  La Razón, que ,en esta ocasión , nos alecciona sobre la catolicidad de José Antonio Primo de Rivera, y sobre todo de Francisco Franco, con motivo de la conmemoración del fallecimiento de ambos, el mismo 20 de noviembre, recordándonos de paso que si hubiera triunfadola Españaroja hoy todos seríamos ateos porque la religión habría desaparecido y los esfuerzos del Apóstol Santiago habrían sido estériles.

 “Ayer fue veinte de noviembre. Cada día del calendario encierra conmemoraciones de hechos acontecidos. El 20N también. Entre otros el fusilamiento de José Antonio Primo de Rivera hace 76 años. El mismo día, bastante tiempo después, en 1975, murió Francisco Franco. Figura indiscutible de la historia de España a la que gobernó casi cuarenta años (…) Por último se cumplió ayer también un año de la victoria electoral del Partido Popular (…) Esta columna no se ocupa de política sino dela Iglesia. JoséAntonio, católico confeso, poco más que eso tuvo que ver con la misma. De Rajoy ignoramos si tiene hoy creencias religiosas católicas. Franco, como gobernante, se manifestó siempre como tal. Pero tampoco la manifestación de catolicismo, sin más, justificaría un artículo. En Franco, sin embargo, hubo más. Él, y el movimiento que le tuvo por cabeza indiscutible, salvó ala Iglesiade España de su exterminio. En el bando opuesto se asesinó a doce obispos, siete mil sacerdotes y religiosos y algunos centenares de monjas. El culto católico desapareció. Las iglesias fueron incendiadas, demolidas o saqueadas. Se perdieron para siempre obras extraordinarias de arte. De haber triunfadola Españaroja, de religión no habría quedado nada. Eso fue así. Sólo la ignorancia o el sectarismo lo pueden negar (…) Y desde una columna católica creo que se debe recordar”.

 Otra muestra de la religiosidad de este seglar, de los que en otros tiempos hubieran rezado por la conversión de algunos Papas con ideas demasiado socializadoras, “todos los días rezo el rosario y, cuando me acuerdo de que son las doce, el ángelus. Rezo también antes de acostarme. Y sí, rezo porla Iglesia, y por mi familia, y por mis amigos…”, es su postura ante la cuestión de la pederastia clerical, auténtico cáncer actual dela Santa MadreIglesia, llegando a calificar a los reos de practicar este pecado de la siguiente manera, tan homófoba, tan falta de respeto a determinados colectivos que ahora verán más discutidos si cabe el derecho que le reconocen las leyes de adoptar niños y de matrimoniar entre ellos.

 En La pederastia en el clero vista por Francisco José Fernández de la Cigoña, ya

exponíamos algunas de sus conclusiones., algunas muy poco caritativas e irrespetuosas para tan numeroso colectivo

“Estos no son pedófilos, ni gays, ni homosexuales, estos son sencillamente unos maricones de mierda

 “Yo respeto mucho a las personas con orientación sexual hacia el mismo sexo, aunque sólo  a los gays que lo son sin exhibiciones y sin abusos”,  “en estos casos que hoy divulga la prensa hay un abuso asqueroso de superioridad sobre un alumno, un seminarista, un chico que acude a la catequesis… Estos no (son) pedófilos, ni gays, ni homosexuales, estos son sencillamente unos maricones de mierda”.

Todo esto sorprende que haya sido dicho en la ultraderechista Intereconomía muy reacia a poner en tela de juicio actuaciones de miembros dela Iglesia. Queluego no se escandalicen si el Gran Wyoming encuentra un filón en su forma sectaria de hacer periodismo. Es más, estas palabras parecen salidas de la boca del humorista, muy dado a emplear la definición de F.J.F dela Cigoña, aplicada a sí mismo y a todo el que la emplea de una manera hiriente y ofensiva, como el blogger de “La cigüeña en la torre”, es decir, Francisco José Fernández de la Cigoña.

 

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