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Digo lo de “último” porque acabo de ver a Josep Carreras reflejado en la prensa digital. Después de pasear el nombre de España con tanto éxito por todos los coliseos del mundo habrá pensado que ha llegado la hora de salir de esa especie de gran armario en que estaban hasta ahora todos metidos, juntos y revueltos, los famosos y las personas de vida anodina, conocidos tal vez solo en su bloque (de pisos) o en el tajo, si es que no están en el paro, condición esta tan corriente en todos los pueblos de España, incluida, claro la industriosa región catalana, hasta ahora gloria y prez del ¡ay! fenecido imperio español. Mas en cuanto a Josep Carreras ando algo despistado pues ya en septiembre de 2010, gritó con sus maravillosos pulmones y garganta ante un micrófono«¡Visca Catalunya Lliure!«. tras el partido Madrid-Barça, porque es ¡ “un niño de la posguerra”!
Ese día lo que hizo sin embargo fue entreabrir la puerta del armario hasta desembocar en las trascendentales palabras que ha dicho hoy:
– «Soy independentista y tengo un gran sentimiento patriota».
– «De vez en cuando uno debe expresar lo que siente, aunque esto te suponga algún tipo de problema en alguna situación».
«Y en este caso los sentimientos de patria son muy profundos, al menos para mí. Por eso canto con un trozo de bandera en el bolsillo».
– «He vivido la dictadura y la tensión que vivíamos, y en aquella época sufrimos mucho en el campo del Barça; Esto hace que, cada vez que hay un Madrid-Barça, haya una sobreexcitación».
(¿Una frivolité lo del sufrimiento del tenor viendo jugar al gran Barça? Seguramente el malestar de millones de españoles contemporáneos tendría otros orígenes más sombríos y no tan pintorescos…
El separatismo catalán –el vasco espera ese desafío al Estado como agua de Mayo- continúa engrosando la nómina de independentistas ilustres, y pocos lo son tanto como el tenor o el famosos pelotero Josep Guardiola, que, desde los distintos puntos del globo adónde lo llevan sus peripecias vitales, antes New York y ahora Munich, no deja de manifestar su adhesión inquebrantable, mediante encendidos tuits, al deseo de su sufrido pueblo de soltarse las ligaduras con el Estado opresor españolista.
Sin embargo Felipe González ha afirmado hoy que «la independencia de Cataluña es imposible y galopar hacia un imposible puede provocar una fractura política y social que cueste 30 o 40 años solucionar”
A la crisis actual que ya dura largos años le sucedería otra, con Cataluña ya fuera de la Unión Europea, que podría alargarse casi medio siglo. Para el resto de España el desgarro de ese territorio también supondría un gran quebranto tanto económico como sentimental… Seguro que de esto no le hablan a su “pueblo” estos simonesbolívares de pan tumaco y barretina.
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