Disculpen que me abone a la moda facilona de hacer juegos de palabras con el apellido del molt honorable. Los últimos que he visto han sido No hay ‘Mas’ salida, en Periodista Digital, y Menos Mas, por favor, título del post de José Mª Izquierdo, en EL País
Y digo que Mas es cada vez menos por lo empequeñecido que ha vuelto de Madrid por mucho que lo hayan recibido en la plaza Sant Jaume de Barcelona unas mil personas al grito de independencia, con la pancarta Todos con el presidente y multitud de ‘esteladas’. Y a pesar de que Rajoy le haya dicho a Mas que no hay nada que hacer hoy mismo el Govern estudia llevar al Parlament la declaración de Estado, es decir la independencia.
Es decir lo mismo que en 1934: por ello se ha difundido hoy en la Red un archivo de diario+oficial+del+ministerio+d_.pdf (657.6 KB), que si no pueden visionar les resumiré diciendo que en el nº 280 dela Gaceta –no el periódico de la ultraderechista actual-, aparece una Orden firmada por el presidente dela República Niceto Alcalá y Torres y el Presidente del Consejo de Ministros Alejandro Lerroux , en la que se declara el Estado de Guerra en todo el territorio de la República. Como se ve en la República no se andaban con chiquitas: ese mismo año enviaron a Asturias al Innombrable a poner un poco de orden. No tengo constancia de que en Cataluña se pegara un solo tiro o cañonazo porque se avendrían a razones, supongo
El escenario hoy es más civilizado y todo se resolvería con un buen referéndum , porque más de uno está ya hasta la coronilla de que lleven desde el siglo XVIII amagando con irse. Como diría Lola Flores: ¡¡¡ Si no me queréis, irse..!!! En el mismo sentido se manifiesta FJ Losantos: “No pidan más dinero, convoquen elecciones con la independencia como único programa y endavant! Ojalá ganen y se larguen de verdad. Dentro de 10 años de hostil vecindad, hablaríamos. O no”, no sin antes haberse explayado de este tenor:
“Menos mal que Artur Mas se lo ha puesto imposible a Mariano Rajoy, porque el presidente del Gobierno tenía unas ganas locas de rendirse ante el separatista catalán. Hubo un síntoma inequívoco de muñeca blanda y derrotero incierto: la bandera de Cataluña que apareció en La Moncloa para recibir al deslustrado huésped y que El País, órgano de la capitulación de España, se apresuró a colgar en su versión digital. Desde que el Bobo Solemne la utilizó para recibir a Ibarreche con rango de Jefe de Estado o de Gobierno, La Moncloa se ha acostumbrado a tratar a las autonomías con ínfulas como si fueran Francia, Alemania o Inglaterra”
Otro que enfoca de manera distinta el problema catalán es EQM que nos habla del acojone español, ilustrado con una viñeta en que Jordi Pujol afirma: “’La independencia es casi imposible’…, pero nosotros iremos haciendo camino, a más a más, arrimados esa gente del 11S, que lucha para que España no nos ahogue! “
.He repetido hasta la saciedad que el histórico complejo de inferioridad de los partidos estatales –AP[PP]-PSOE–PCE[IU]- ante el nacionalismo vasco y catalán, permitió que se gestara una nefasta Constitución en 1978, dándoles la falsa condición de primus inter pares, de ‘nacionalidades históricas’. Como si los demás fuéramos el benjamin de la familia en tierras de ‘hereu‘ o no tuvieramos Historia.
Pero he de añadir que, en medio de una catastrófica crisis económica donde seguimos gastando alegremente bastante más de lo que ingresamos, el acojone español continúa. Hasta el punto de que el Presidente del Gobierno de España se relaciona en secreto con el Jefe de la Oposición para consensuar las condiciones con que ayer recibía al máximo representante del Estado en Cataluña, que venía a pedir más dinero, menos solidaridad, a cambio de retrasar su camino hacia la independencia.
O sea. Mariano, con mayoría absoluta en el Parlamento, es capaz de todo menos de reunirse en serio con el Jefe del Estado y, acto seguido, decirle a Mas y a toda la nación, catalanes y resto de españoles, con claridad y firmeza, que aquí la Constitución, por acabada que esté, no la incumple nadie y que si los independentistas catalanes atesoran un Plan tipo el de Ibarretxe o Mas, no tienen otra opción que pasarse por la carrera de San Jerónimo y preguntar qué le parece al pueblo español.
Nada de eso. El Rey echa una mano con una eufemística misiva digital y Mariano recibe a Artur llenando La Moncloa de banderas catalanas, para, al final, él lanzar un comunicado plagado de cautelas y sobreentendidos [con graves incorrecciones, tipo mencionar a la ‘Generalidad‘ como si en España sólo hubiera una] y elPresidente de la Generalidad de Cataluña declarar ante la prensa -en su ‘embajada’ y ante las banderas europea y catalana, no la española- que si no le dan lo inconstitucional, tirará por la calle de en medio, que también lo es.
‘Se ha perdido una oportunidad histórica’ -añade, siempre con la intencionada instrumentalización de la Historia-y, acto seguido, se larga a su palacio bercelonés para aplaudir la manifestación independentista que allí le está esperando. Faltaría Mas!
Lo cual, aunque parezca mentira, no es lo peor. Para mi lo terrible -y sigo con la copla- es el ya histórico -éste sí- acojone: el Gobierno de España está pretendiendo defender la integridad de la nación con dos argumentos que manifiestan la porquería de país en que nos hemos convertido.
Esto es: Por un lado, García-Margallo, Ministro de Asuntos Exteriores, diciendo ayer que si Cataluña se independizara se quedaría fuera de la Unión Europea. Por otro, Ministros comisionados por el Presidente, acojonando al mundo empresarial por las presuntas nefastas consecuencias económicas que para él tendría la independencia de esta región. Y éste, sin saber qué decir o hacer. Acojonante.
A eso, en cualquier país que se precie, se le llama parálisis cerebral colectiva. Y no tener puñetera idea de lo más elemental de la Historia. Yconfesar la incapacidad de estar en disposición de aplicar lo dispuesto en la Constituciónpara estos casos. Cuando hasta el más ignorante sabe que en ningún lugar del mundo democrático una región -que nunca ha sido Estado- puede independizarse de un sólido Estado sin hacerlo por la fuerza o con el beneplácito del mismo.
Acojone. Tradicional acojone. Que permitirá que estos tuertos en el país de los ciegos, mandando y templando al toro español, con las oportunas ironías del ‘casi imposible’ en boca del Jordi Pujol de turno, continúen arañando competencias y dinero al Estado, con la constancia y desvergüenza que lleva a la independencia final.
Es decir, cómo llegar a la autodeterminación si pasar por la soberanía.
Acojonante. “
