España no se rompe, por ahora

 No se rompe de momento mientras las actual Constitución esté vigente, a pesar de los resultados de ayer en la región vasca, además esos mismos resultados se dieron en los 80: el nacionalismo sumó dos tercios de los votos y de los escaños: “Durante toda la década de los ochenta, en el conjunto de las cuatro elecciones autonómicas celebradas, la suma de PNV (y luego su escisión, Eusko Alkartasuna), Herri Batasuna y Euskadiko Ezkerra logró entre el 64% y el 67% de las papeletas, y entre 49 y 52 de los 75 escaños (42 en 1980, en un Parlamento de 60)”, así que los chicos del coro , los jinetes del amanecer y demás periodistas apocalípticos que no nos acongojen más de lo que estamos, sobre todo por cuestiones económicas.

Esta mañana he escuchado decir a Carlos Herrera, del que admiro su indudable vis cómica y su sabiduría culinaria y taurina, que a esta situación nos han llevado “los pascualitos”, -Pascual Sala es el Presidente del T.C-, es  decir, los miembros del Tribunal Constitucional, por haberle enmendado la plana al Supremo y legalizado Bildu. Es decir que Herrera pertenece a ese grupo de ciudadanos que solo respeta la Justicia cuando decide con arreglo a sus intereses o a su ideología, muchas veces términos sinónimos,  y pone a parir al Supremo o al Constitucional cuando ocurre esto. O sea que se pasa por el forro a los vascos que han hecho esa elección y al más alto tribunal  actitud personal que quizá obedezca a los dictados de quien le paga en la actualidad.

Isabel San Sebastián, del núcleo duro de los jinetes –que ya es ser dura- acusa incluso de incompetente al TC y de “asesinos de Montesquieu” al PSOE en “Tendremos indignidad y ETA”:

“Lo ocurrido ayer en las urnas vascas era tan previsible que lleva a preguntarse si la traición perpetrada por quienes auspiciaron y/o consintieron este desenlace fue deliberada o se derivó de la monumental incompetencia del conjunto de nuestra clase política, proyectada en el Tribunal Constitucional por ese alevoso asesinato de Montesquieu que llevó a cabo el PSOE en 1985 con la liquidación de la independencia que la Constitución garantizaba a la Justicia. Ahora dos formaciones declaradamente independentistas controlan 48 escaños de los 75 que tiene la Cámara de Vitoria. Desde allí utilizarán esa abrumadora mayoría para acelerar el desafío a la kosovar que anunció recientemente Otegi (y adelantó, como siempre ha hecho, Mayor Oreja) e impulsar las políticas destinados a garantizar la impunidad de los terroristas que han actuado de ‘zapadores’ en la eliminación de los adversarios que obstaculizaban la ‘okupación’, con k, del poder por parte del nacionalismo excluyente. Zapadores, sí, y despiadados”.

Otro del grupo:

“ Tras cincuenta y tres años de macabra existencia, en los que ha asesinado a 857 personas, ETA se ha hecho con el poder en Guipúzcoa, donde gobierna en la Diputación Foral y en importantes ayuntamientos, como el de San Sebastián. Y ya es la segunda fuerza política en el País Vasco. Cuando hace un año la banda terrorista anunció su ‘cese definitivo’ de la violencia, el entonces candidato del PSOE a la Presidencia del Gobierno –y exministro del Interior–, Alfredo Pérez Rubalcaba, dijo aquello de: ‘Les hemos quitado las bombas, ahora hay que quitarles los votos’.

En Libertad Digital:

“Los dirigentes de ETA siguen manejando los resortes de su brazo político para alcanzar los fines a que siempre ha aspirado la banda terrorista, que a partir del próximo lunes serán gestionados de manera institucional gracias a la contundente presencia de EH Bildu en el Parlamento vasco (…) La consecuencia es que, a pesar de la palabrería engañosa de los socialistas, que vendieron el cese de los asesinatos como una victoria del Estado de Derecho, ETA ha obtenido un triunfo vital presentándose a estas elecciones en régimen de igualdad con las formaciones con las que compite, haciéndolo además en un clima en el que la secesión de Cataluña y el propio País Vasco se da por amortizada”.

Lo dicho, la culpa la tienen el  PSOE y los “pascualitos”.

 

 

 

One comment

  1. Tempranillo empezamos. El desafío a la kosovar ya lo nombró Arzálluz, allá por abril del 99, comparando a los españoles con los rusos y con los serbios (los serbios, por aquellas fechas y desde entonces, siempre son los demás, los malos, los otros…pueblo proscrito, bendita OTAN) por retener contra su voluntad un trozo de tierra que no les pertenece. Sin embargo conceptos como nazzislamista se acuñaron en la Yugoslavia de la SGM, cuando los partisanos de Tito se batieron el cobre contra gentes como el tal Arzálluz, Mussolini, Hitler y las divisiones de islamistas, por si faltaba todavía chusma por llegar. Planeando sobre todos ellos, el magisterio de Kurt Waldheim, entonces nazi y después Secretario General de las Naciones Unidas… Menudo revoltillo. Obviamente, salieron escaldados de allí. Luego, para nada. Los españoles no nazzionalistas no tienen nada que ver con semejantes derrotados o me lo demuestren.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *