Estadio de excepción

Buen título para la final copera de esta noche. Un juego de palabras muy acertado de Teodoro León Gross con el que describe algo más que un acontecimiento deportivo:

“Hoy se juega una genuina copa de fútbol en España; o sea, nadie está pendiente del fútbol sino del politiqueo montaraz, la pitada a la monarquía, el himno abucheado, la guerra volcánica de las banderías excluyentes de las españas, el sonómetro para medir los decibelios atrabiliarios de la tamboreada, la sacudida del diccionario para buscar adjetivos de gran calibre tipo 44 Magnum, el mamporreo dialéctico del nacionalismo y el centralismo y toda esa faramalla incandescente. La pasión está desatada ante el partido de fútbol, por todo menos por el fútbol.”

Si es la misma furibunda hinchada de Mestalla sin duda se producirán los pitos y abucheos al Himno y al Príncipe. De todas formas el heredero de la Corona ya ha recibido esta mañana en la inauguración de la Feria del Libro de Madrid los primeros pitos y abucheos. Esto le pasa por ir con malas compañías, como el ministro Wert, el peor valorado de todos, y es que el pobre no da una a derechas, por mucho que la caverna lo apoye. Mientras tanto imagino que, al igual que a la lideresa madrileña, esto del futbol le habrá venido muy bien al Gobierno: ahora resulta que a Bankia no lo arreglan ni con 20.000 millones de euros, los últimos que le quedaban en el bolsillo.

Si un servidor fuese la hinchada que ha desembocado en Madrid en el día de hoy, me comportaría cívicamente al comienzo del partido, como lo están haciendo ahora mismo por las calles de la capital, que dan ganas de enfundarse sus respectivas camisetas, y dejaría las señales de desagrado para mejor ocasión, más que nada para dar en la testa a algunos miembros de la caverna mediática que, para calentar el ambiente, están escribiendo variadas memeces, algunas tan divertidas –o eso creerá él- como la de José Luis Martín Prieto: “Los gamberros nos quieren tocar el pito sabiendo que no vamos a usar el chuzo”.

Más solemne y arramblando con todo, como de costumbre, Losantos:

«Los dos grandes haces o fascios separatistas han entrado en Madrid, para con la excusa de un partido de fútbol, insultar a España en su bandera, su himno, su rey su príncipe u otras autoridades del Estado (…) Echo en falta a Urdangarin y a Cristina, ejemplos de ventajismo político y golfería institucional, en esta marcha sobre Madrid de los fascios redentores de Euskal Herria y los Països Catalans».”Cuando la Copa se llamaba del Generalísimo ningún catalán o vasco se disfrazaba de ‘tifoso’» Le recuerda José Mª Izquierdo su militancia en las Banderas Rojas: “¿De qué tenía que disfrazarse él mismo para que no le apalearan los grises o, peor, los policías de la Brigada Político Social, antes de meterle en la cárcel? Un poco de dignidad le impediría a él mismo, por mucha revelación ultraliberal que haya experimentado, evitarse las bromitas con aquella dictadura inhumana”

Hermman Tertsch: «En esta inmensa fiesta de la hipocresía, la debilidad y la mentira, todos han de justificar su complicidad o tolerancia absoluta con el agresor. Y lo hacen con la furiosa descalificación personal a quienes se opongan a admitir la afrenta o el ultraje (…) Todos contra Aguirre con los medios que sea».

En La Gaceta, Maite Alfageme:

“La exaltación patriótica, entenderán ustedes, viene a cuento de la final de Copa que los hooligans del separatismo periférico se han propuesto convertir en eso que Amaiur y compañía definen como un acto de ‘afirmación nacional’, o sea, imponer las ideas de unos cuantos abroncando los símbolos de todos (…) Hace unos años, un distinguido magistrado estrella de la Audiencia Nacional –otro más– desestimó la demanda contra quienes, en la final de Mestalla, abuchearon el himno, humillaron al Jefe del Estado y zarandearon nuestra dignidad. Y una se pregunta hasta qué punto un país en las últimas como el nuestro aguantaría de nuevo otra patada en la espinilla como aquella. Plantillazo al orgullo patrio y al Código Penal”.

José García Domínguez , en Libertad Digital:

“Desde el estalinismo a los nacionalismos varios, si algo han tenido siempre en común las religiones políticas, esas devociones laicas que ansían diluir al individuo en el magma uniforme de la masa, ha sido la capacidad para atraer hacia sí a las heces de la sociedad. Acaso de ahí la nausea moral que en todo espíritu elevado suscitan sus lerdos credos gregarios. Escoria como un tal Santiago Espot, de profesión organizador de pitadas en las finales de Copa (…) Un despojo humano, ese pobre Espot, que compatibiliza su querencia por el gamberrismo futbolero con la que es su verdadera vocación: ejercer de chivato policial. Pues sépase que se trata del mismo Santiago Espot que engrosará la pequeña historia local de la infamia por haber delatado a tres mil tenderos ante los comisarios lingüísticos de la Generalitat (…) Ése es el socio preferencial que ha elegido Duran Lleida (…) Los catalanistas, ya se sabe, siempre jugando a la puta y a la Ramoneta”.

Hay que ver lo que da de si un partido de futbol para estos últimos salvapatrias.

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