El himno español ha sonado en dos ocasiones durante el Gran Premio de motociclismo de Cataluña . Ha sido respondido con silbidos por parte del público. El campeón Jorge Lorenzo, aunque él si lo ha escuchado respetuosamente, no se moja y afirma:»Yo no me meto en política». Dio la vuelta al circuito no con la bandera rojigualda –faltaría más- sino que “para no provocar” lo hizo con una negra. Ayer tuiteé: “La reina Isabel forma parte de un desfile en Londres de mil embarcaciones por el río Támesis. ¿Imaginan algo igual en el gallinero español?” : Un millón de personas arropan a Isabel II en el desfile por el Támesis , algo que con toda seguridad no se produciría si a nuestros Reyes les diera por pasear en una gabarra por Bilbao o por el puerto de Barcelona: allí estarían los hinchas bilbainos o barcelonistas para recibirlos con el cariño e ingenio que los caracteriza.
Donde las dan las toman: si Rajoy tachaba de bobo a Zapatero, ahora poco después ocurre lo contrario: ha dicho un ex ministro del PP, según Raúl del Pozo, que “estos que gobiernan ahora, liderados por Rajoy, son aún más tontos que los que mandaban antes. Igual opina Almudena Grandes: “Quizás, Mariano, podrías enviar a alguien que dominara el alemán para explicarle a tu socorrista a qué partido pertenece Rato, y quiénes gobernaban en Madrid y Valencia para poner y quitar consejeros en Cajamadrid y Bancaja, mientras alardeaban de la modélica gestión de ambas cajas y de la pujanza de sus respectivas economías. No vaya a ser que, al final, en Europa acaben opinando que el más tonto de todos eres tú.»
Y el que sigue dándoselas de listo, ayudado por la ingesta de 70 pastillas diarias, es Sánchez Dragó, que cuenta a Olalla Novoa en El Mundo estas interesantes reflexiones:
“Entregado e intenso, como es habitual en él, el periodista y escritor nos presenta en su castiza casa madrileña lo que él denomina su ‘elixir de la eterna juventud’: una combinación de su invención formada por unos 70 compuestos, [y otras tantas pastillas] de origen natural en su inmensa mayoría, que consume cada día repartido en cinco tomas diarias.
A sus 75 años, a unos meses de ser padre por cuarta vez y con cuatro ‘bypass’ coronarios que le han dejado en herencia una cicatriz que le surca orgullosa el pecho y otra que recorre el antebrazo, Dragó (…) admite que posiblemente tome más de lo que necesita, pero (…) reconoce que no tiene forma de saber si estaría igual de bien si no tomase ninguna pastilla”. “Las dos ‘joyas de la corona’ son el reishi japonés, una seta de origen chino que antaño sólo podía ser consumida por el emperador y su familia y que ahora la mujer del periodista importa y vende a través de su tienda online, y una enzima, el superóxido bismutasa, que sólo puedo comprarse en Japón.
De ahí sigue una larga -y a veces exótica- lista: cafeína, cordyceps del Tíbet, productos nutracéuticos, caparazón de crustáceo, palmito para la próstata, (…) melatonina, reveratrol, gingsen, ácido fólico, glucosamina y condroitina para las articulaciones, ácido acetilsalicílico -aspirina- de liberación prolongada, testosterona y pregnenolona, a los que, dice entre risas, quizás deba su futura paternidad, junto a un medicamento para la disfunción eréctil –[Cyalis, contó en un artículo]- , el único fármaco bajo receta que consume”.
