Gracias, mi vieja

Ese es el lema que Alfredo Di Stefano, la Saeta Rubia, colocó debajo del balón, de la pelota, en el monumento que en su casa de Madrid erigió al objeto que le había llevado a la gloria, al reconocimiento universal como mejor futbolista del planeta, algo que algunos le han discutido al ser sus preferencias otros como Pelé, Cruyff, Maradona, o en esto tiempos Messi. Esta misma pregunta se la hace hoy en El País Javier Marías, el extraordinario escritor, académico de la RAE e ilustre madridista. Y la resuelve de esta manera:  » a quienes alcanzamos a admirar a Di Stéfano (y más aún si éramos niños y adolescentes), es difícil convencernos de que haya habido mejor futbolista a lo largo de la historia. En cuantos han venido después, algo echamos siempre en falta, por comparación o por nostalgia. No es fácil saber qué exactamente. A Pelé nunca tuvimos mucha ocasión de contemplarlo, pero digamos que al lado de Don Alfredo nos parecía frívolo. El que más se le aproximó fue tal vez Cruyff, porque lo igualaba en inteligencia; probablemente no, sin embargo, en capacidad organizativa ni tampoco en amor propio (o fastidio ante la derrota, si se prefiere). Maradona fue sin duda más rápido y habilidoso, pero siempre dio la impresión de ser corto de luces, pendenciero y poco noble. Es seguro que Messi es más malabarista y más mortífero, pero le falta humanidad o acaso es entendimiento: se lo ve demasiado ajeno a todo, como un autómata portentoso algo desatendido del conjunto del juego y de sus compañeros»

 En el día de su fallecimiento y como particular homenaje mostramos algunas de las frases que se le atribuyen, plenas de humor, ironía, o sarcasmo, y sabiduría. De entre todas me quedo con la que le espetó a un portero que al parecer estaba dando muchas facilidades en los últimos partidos:

 «No te pido que atajes las que vayan dentro, pero por lo menos no te metas las que vayan fuera…»  (este portero no era de la nombradía desde luego de Zubizarreta -quizás fue Arconada- que en una copa de Europa de nuestra laureada  Selección introdujo un balón en propia puerta cuando su trayectoria estaba bastante alejada de la línea de la portería o del último portero que nos ha  defendido en los Mundiales que  algunos nos ha dado la sensación de que hemos jugado sin portero…

 – «Meter goles es como hacer el amor. Todo el mundo sabe cómo se hace, pero ninguno lo hace como yo».

 «Ningún jugador es tan bueno como todos juntos».

– «Puskas manejaba la bola con la pierna izquierda mejor que con la mano».

-«El balón está hecho de cuero, el cuero viene de la vaca, la vaca come pasto, así que hay que echar el balón al pasto».

– «Un 0-0 es como un domingo sin sol». «El futbol es inconcebible sin el placer del hacer gol que se emparenta con el placer de hacer el amor».

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