Jesús Aguirre, el decimoctavo duque de Alba: luces y sombras

Cayetana y jesus Aguirre

Tanto Manuel Vicent como Juan José Millas son muy aficionados a mezclar en sus escritos la realidad con la ficción , un sistema bastante usual para salirse por la tangente en caso de que algún aludido o allegado proteste como es el caso de Cayetana de Alba: «Parece mentira su osadía de ridiculizar en un libro a mi marido diez años después de su muerte, y ya que él no puede contestarle, lo hago yo», a propósito de “Aguirre, el magnífico (Alfaguara)”, una especie de biografía novelada sobre el que fue su marido. Y aunque aún no ha leído el libro –algo le habrán contado- desde El País escribe unas líneas en defensa del mismo

Antes de que lean la novela del escritor valenciano El Mundo nos ha ofrecido algunas frases sobre tan controvertido personaje, excura que confesó, casó o bautizó a toda la izquierda española de la época y de su mujer Cayetana , duquesa de Alba. Algunas son sabrosas e incluso escandalosas, como aquella que pronunció cuando el matrimonio fe tachado de conveniencia: «Mi marido y yo jodemos todas las noches» , frase que seguramente habrá dejado atónito y hecho polvo a Alfonso , su discreto y pacato actual novio.

«Nadie recordaba que Jesús Aguirre hubiera pagado nunca un café. Juan Benet decía que la duquesa le había asignado una exigua cantidad mensual para tabaco, unas dos mil pesetas, y el resto para sus vicios se lo agenciaba él personalmente».

«A Jesús su señora le mandó al exilio, un castigo que cumplió durante tres meses en el hotel Meliá de Princesa, situado frente a Liria (…)»

«Le mandaba (a la duquesa) pequeños billetes galantes de una parte a otra de palacio cada día a horas inesperadas a través del mayordomo, la sorprendía con una llamada de teléfono desde la habitación de al lado para leerle un terceto de Dante, la asaltaba por un pasillo disfrazado de Pimpinela Escarlata…también le dedicaba versos de su cosecha. El libro de poemas Secreto a voces está dedicado a la duquesa y fue urdido por Aguirre en diversas residencias y palacios. «Tus pezones como granos de café…»

«Nadie como yo la conoce cabreada, a veces la llamo kummandantur. Este enfado se debía a que corría la nueva maldad de que la duquesa había sorprendido a su galante marido con un joven jardinero de palacio».

En El País Manuel Vicent amplía el retrato  sobre el último duque de Alba ,”hijo natural de una chica de buena familia de Santander”:

“Un personaje digno de la corte de los milagros de Valle-Inclán. Si Aguirre se hubiera expuesto a los espejos del callejón del Gato los hubiera roto en mil pedazos. Siendo real, es un personaje de pura ficción, su propia ficción”
Hijo natural de una chica de buena familia de Santander, era un artista a la hora de enmascarar su pasado y también su ambición.

La personalidad de Jesús Aguirre responde a una frase de Dalí que decía que él no era creyente, era practicante. Yo creo que esa afirmación encaja perfectamente en Aguirre, y esa liturgia la llevó a todas las facetas de su vida.
«La moral la llevamos la clase media a cuestas como una cruz. La aristocracia y la clase baja no la tienen. Están dentro de sus peceras y respiran por las branquias como lo hacen los peces. El que llega de fuera tiene que aprender a respirar igual. Él lo trató y casi lo consiguió, pero al no poder entró en una locura que le aisló y de la que no se salvó».

 

 

 

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