La batalla del orden de los apellidos ¿una nueva cortina de humo del Gobierno?

los apellidos

Desde luego como si no hubiese otros problemas mayores en España para que ahora se les ocurra al Gobierno  introducir en el debate político algo que ya está en el Código Civil desde que en 1999 fuese cambiado por el PP:  “que los padres pudieran decidir el orden los apellidos de sus hijos aunque si no hubiera acuerdo tendría que prevalecer el del padre” Ahora   dicen los igualitarios a ultranza que eso no cabe en la Constitución: «No es justo que gane el apellido del padre y había que cambiarlo».

¿Consecuencias? Comienza el baile, el cachondeo y el lucimiento de los primeros plumíferos, encabezados por Carlos Herrera, a la espera de que Antonio Burgos haga su estelar aparición: lo de los apellidos da para mucho, e incluso los políticos y la prensa de la derecha y de la derecha extrema han comenzado a hacer sus pinitos.

Abre el fuego, que para eso va para algún cargo importante en el Gobierno del PP , Charles Herrera escribiendo un artículo en ABC con el sugerente y maloliente nombre de  Juan Mierda– en donde dice que “el gobierno estólido que nos regula la vida ha decidido reorganizarnos los apellidos en función de sus gaseosos criterios de reorganización social, mediante los cuales los españoles van a apellidarse según dirima un juez la disputa entre un matrimonio desavenido”

Y se explaya:

“Si esta gilipollez, tan propia de la alegre muchachada que nos gobierna y nos cambia la vida, prolifera ante las ventanillas del registro, llegará un día en el que apellidos como Zapatero habrán desaparecido de la faz del solar patrio.
“Ahí vale, pero las ganas legislativas de enredar me remiten al chiste de aquél que llega al registro y pide un cambio de nombre ya que se llama Juan Mierda; el funcionario le comprende de inmediato y le pregunta que nombre quiere ponerse: «¿Yo?, Antonio, como mi padre».
Y comienza la rueda de declaraciones de los políticos que lampan por derrocar a tan ocurrente Gobierno porque este osa tocar el tema de los apellidos como si ignoraran que  el tema de la prevalencia del apellido paterno no fuese algo apasionante de lo que se habla sin cesar en los bares, en el Metro, en las sobremesas, en las colas del paro, en los comedores sociales, comenzando por la lideresa ESPE:  “en España «hace mucho tiempo que se puede elegir el orden de los apellidos, el Gobierno sólo pretende conseguir que «no hablemos de que (ellos) no acaban de meterle mano a la reformas que España necesita».
La Razón : «Los apellidos Zapatero y Rubalcaba tendrán más peligro de desaparecer que el de Aznar».

Pedro J. : «el afán de este gobierno por la ingeniería social no tiene límites».” Es una ocurrencia gubernamental que no responde a ninguna demanda social ni a ninguna necesidad. Siendo mal pensados, podría pensarse que la intención del ejecutivo es distraer la atención con una idea peregrina de los graves problemas económicos y sociales de España».

ABC : “El Gobierno quiere «asestar un golpe definitivo al concepto jurídico de familia tal y como todavía hoy se concibe». «no es cuestión de machismo o de igualdad, sino de legislar sobre asuntos irrelevantes ajenos a intereses mayoritarios y que en absoluto forman parte de la inmensa lista de prioridades y preocupaciones del ciudadano».
Carlos Dávila:»La costumbre de toda la vida en España es el apellido del padre primero y luego el de la madre. ¿Que eso es machismo? Francamente, el o la que lo diga es un perfecto gilipollas. ¿Por qué tenemos que aguantar a tanto imbécil?»,
Intereconomía : «esta exportación de la paridad al Registro no pasaría de ser otra parida, una extravagancia más del zapaterismo, si no fuera porque responde a un plan perfectamente diseñado para convertir a España en un laboratorio de ideología de género».

 

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