El alcalde pedáneo de la localidad de Benamahoma, Grazalema, el lugar donde más llueve de España, ha tenido la ocurrencia de celebrar un ritual mágico para purificar el lugar donde fueron fusiladas 150 personas, que ya son muchas personas si tenemos en cuenta que en la actualidad tiene 397 habitantes.
El ritual ha consistido en encender una gran hoguera en la plaza de toros del pueblo, lugar de los fusilamientos –es curioso que el lugar emblemático de diversión donde se celebra la fiesta nacional, recuerden Badajoz, haya sido empleado tantas veces para ajustes trágicos de cuentas – como purificación del espacio físico, para lo que el edil contrató previamente a una bruja buena que dirigiera la saludable operación con la que además deberían haberse limpiadas los malos espíritus para que hechos como aquellos no vuelvan a suceder. Recuerden que no muy lejos de allí se encuentra Casas Viejas.
No ha sido mala la idea de este ex alcalde pedáneo que debería extenderse por toda la Piel de Toro: hay muchos lugares y muchas mentes que purificar, o mediante grandes fogatas o interminables sesiones de psiquiatría en que los pacientes y los médicos intercambiarían sus papeles. De momento el Movimiento para la Recuperación de la Memoria Histórica ha condenado la idea e incluso el alcalde pedáneo de Benamahoma, del PSOE, ha presentado la dimisión alegando que está desmotivado con la política y por problemas de salud.
La España profunda ha estado representada también por Fuentesaúco : Un joven fallece tras ser corneado en el pecho en un encierro nocturno en Zamora y por esta causa “las banderas del pueblo ondearán a media asta y el programa festivo se suspende hasta la medianoche. No se celebran por tanto, los espantes en el prado de la Reguera, el encierro urbano previsto a mediodía, la corrida de toros de la tarde ni el concurso de cortes de la noche.”
