La Huelga General del 14-N. Algunas consideraciones

 Antes de nada esta consideración: el nombre de huelga general consistente en que nadie acuda a su puesto de trabajo, puede venirle muy ancho a lo que mañana se va a desarrollar en España en la que hay cerca de 9 millones de pensionistas, cerca de 5 millones de parados, más de la mitad de la juventud en paro. Va a ser por tanto una huelga inofensiva por mucho que se lleven las manos a la cabeza la patronal y el actual gobierno, (la oposición, como maniobra de desgaste, lógicamente la apoya) y por las dudas que, ante la crisis que nos asola pueden tener los que actualmente trabajan porque se le descontará del sueldo no solo la jornada dejada de trabajar sino además la parte proporcional de pagas extraordinarias, si bien ésta se deduce cuando corresponda realizar el abono de dichas pagas.

 Ese derecho a la huelga que ampara la Constitución está además muy mal visto por gente con muy poca vergüenza: me permito emplear este término quizá mal sonante a la vista de que uno de los gurús de la comunicación Carlos Herrera lleva varios días llamando “sinvergüenzas” a los de la Junta de Andalucía, incluido su Parlamento, que el día 14 no van a ir a trabajar. Si se lo llaman a él, un incondicional del capital, tendrá que aguantarse. Caso de Sostres, que culpa a la gente de lo de las hipotecas:

  “Lo que ha fallado en España no ha sido el sistema, ni los bancos, ni las hipotecas, sino la gente. La gente que ha estirado más el brazo que la manga sin ningún tipo de reparo, la gente que ha firmado hipotecas como si firmara autógrafos, sin leer la letra pequeña ni la grande, la gente que se han endeudado con total frivolidad, muchas veces para irse de vacaciones o para comprarse un coche o una tele de mejor gama; la gente que se ha creído que teníamos derecho a todo y gratis”

 Otros consideran que los culpables de las huelgas son los sindicatos y sus piquetes:

 Así El Mundo considera que la huelga es “inútil, insolidaria e irresponsable”

 “No sólo se perderán horas de trabajo, afectando a la productividad, sino que se perjudicará la imagen de España en un momento especialmente delicado en el que todos los ojos de los mercados están puestos en nosotros para saber si podremos cumplir los compromisos, pagar las deudas y reducir el déficit público. El momento, pues, no puede ser más inoportuno ni más dañino (…) Por lo tanto, calificar de irresponsables a los sindicatos convocantes, no es una crítica, sino una descripción cabal de su comportamiento”.

 Tampoco es partidario Luis María Anson:

 “Son muchos los españoles que no están dispuestos a sumarse a la huelga general por considerarla política, y porque es, a todas luces, inútil y contraproducente. Los líderes sindicales afilan sin embargo, según temen algunos, las garras de sus piquetes violentos para impedir que los que quieran ir a trabajar puedan hacerlo. ¿Serán capaces Mariano Rajoy y su ministro Fernández de defender los derechos de todos en la jornada de mañana?”

 Ni Pedro José Ramírez Codina, el célebre Pedro jota: “Si España tiene cinco millones de parados es porque la coacción de unos sindicatos herederos de los poderes fácticos del franquismo impidió flexibilizar a tiempo el mercado de trabajo de forma que el ajuste pudiera hacerse, como en tantos países de nuestro entorno, por la vía de los salarios y las condiciones de trabajo y no por el empleo”.

 Ni José Luis Feito: “En un porcentaje elevado, el desempleo se ha producido a causa de la desmesura de las exigencias sindicales, las cuales han contribuido al cierre o a los eres de centenares de miles de empresas”.

Por último una información para los que decidan ir a la huelga en:

¿Cuánto le quitan de su sueldo a un trabajador que hace huelga?

      ¿Si quiero trabajar y no me dejan?

One comment

  1. Si desde la cúpula del poder se ha fomentado y educado al personal en el consumismo desmesurado, qué se puede esperar. Era este el paraíso soñado. Sobre todo por los ansiosos de siempre, esos millones de eternos descontentos, que no ven sus sueños cumplidos hasta que no imitan en su totalidad al, digamos, señorito. O sea, éste era también el cambio, una vez superada la Transición. Pero el señorito tiene agarre y acabo de verlo en el telediario: nada menos que el hijo de la Duquesa de Alba, esa laureada por el PSOE-A, diciendo a los cuatro vientos que apoya la huelga contra el gobierno, porque éste le ha recortado en demasía. Acabáramos. Y lo ha dicho muy serio, el tío. Yo pienso que, si las arcas de San Telmo tiempo ha que las vaciaron, ¿dónde estará la trama? Lagarto, lagarto.

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