A pesar de que dijera el duque de Palma, en 2005: ‘Intento ser una persona íntegra’‘, a finales de 2011 siguen saliendo en la prensa los detalles de sus escarceos económicos que hacen que se hable tanto de la Familia Real, sobre todo en contra, para satisfacción de los antimonárquicos.
En El Mundo se dice que “la Policía aprehendió primero al dúo Urdangarin-Torres el plan urdido para defraudar a Hacienda con facturas falsas. Luego les cazó la documentación de los 650.000 euros evadidos al paraíso fiscal de Belice. Más tarde no daban crédito al comprobar que amañaron un concurso público desde un mismo fax de Nóos. Y ahora nuevos papeles comprometedores revelan que iban a poner a buen recaudo del fisco español (en Belice y Luxemburgo) sus ganancias valencianas (ingresaron 3,5 millones y tenían previsto recaudar 4,6 más).»
«El objetivo de esta operativa radicaba en tributar «el mínimo posible» sobre los beneficios oficiales. Y es que, a la vista de la ingente cantidad de ingresos que percibía la institución comandada por el marido de la Infanta Cristina, el duque de Palma y sus socios se plantearon la necesidad de esquivar las obligaciones fiscales para disparar su margen de ganancias mediante una trama de facturas falsas, recurriendo a conceptos como la «gestión de la logística» o el «diseño» de las charlas”
Ante todo esto la Casa Real está en el ojo del huracán informativo quitándole protagonismo a Rajoy en su batalla en Europa por que España entre en el grupo de los 4 grandes llamados a dirigir la economía y a pesar de que la citada Casa no sea muy pródiga en comunicados donde ayer aseguraba que se ultimaba una drástica reducción de la participación de las infantas Elena y Cristina y sus familias en los actos oficiales, hoy ha puntualizado que la pertenencia de las infantas y sus familiares (Urdangarín) a la Familia Real no está en cuestión, y detalla que «su composición y funciones viene definida por un Real Decreto por el que se establece el Registro Civil de la Familia Real». De esta confusión se responsabiliza a la Unidad de Relaciones con los Medios de Comunicación que a su vez culpan a los Medios que hayan recogido de forma equívoca o errónea este tema»
No faltan defensores del yerno real o del real yerno por lo buen mozo que es. Uno de los más significados es Carlos Herrera, al que une una buena amistad con don Juan Carlos –en la reciente estancia en Sevilla tuvo el honor de cenar con él junto a un reducido grupo que se puede contar con los dedos de una mano y en el que por asepsia no estuvo ningún político sevillano- echa un cable al yerno del Rey cuando la patata quema más y con su característico sentido del humor que tanto prodiga sobre todo cuando se refiere a las hordas socialistas o de todo aquel que no piense como él:
«Todo lo que sabemos se remite a investigaciones de las que no ha podido defenderse (…) sin más base que suposiciones mejor o peor fundadas. Urdangarín ha de ver a diario informaciones en la prensa de las que no puede defenderse porque no sabe de lo que se le acusa». Pues debe ser el único. La «torpeza» del yerno es en realidad un caso de «aprovechategui», un listo, vamos, y «no un delito de apropiación indebida», y la Familia Real «no puede ser expuesta al apedreamiento público por el comportamiento» del yerno. «A ver si va a resultar que todos nos tenemos que hacer responsables de nuestros cuñados». De hecho, dice que los suyos son unos cielos, «bellísimas personas, trabajadores ejemplares, grandes degustadores de gin-tonics y amigos de corazón».
Ha dicho don Carlos al que sigo con asiduidad desde las 6 de la mañana en que toma la alcachofa.
