Excepto en los ámbitos en que se da o se dio la Gerontocracia jamás de una manera tan generalizada han tenido los ancianos un papel tan importante como el que se les atribuye estos días, debido a la crisis económica en que millones de españoles se ven abocados a una economía de pura subsistencia en la que la paga del abuelo tiene un papel primordial y es por ello por lo que un atraco más de Rajoy a los pensionistas tiene tanta importancia, algo que se ha escenificado en las últimas medidas de su gobierno, por mucho que la ministra de Empleo y Seguridad Social, Fátima Báñez, haya afirmado que está «convencida» de que los pensionistas «valoran positivamente» la decisión adoptada por el Gobierno de no actualizar sus pensiones respecto al IPC el próximo año, una suposición que habrá hecho durante sus acostumbrados delirios, aunque en esta ocasión se ha moderado y no ha invocado a la Virgen del Rocío para no ofender a los miles de abuelos devotos de la Señora de las Marismas, aunque si ha resaltado que las pensiones inferiores a mil euros mensuales subirán en 2013 un 2%, en lugar del 1% establecido con carácter general, insuficientes a toda costa para compensar la pérdida de poder adquisitivo de los últimos años.
Si convertimos en cifras esta bárbara decisión, camino que ya allanó el considerado por muchos como “el arruinador” Zapatero, se calcula que la débil economía de los pensionistas, sostén como se sabe de cientos de miles de familia, sufrirá un descalabro de 430 euros de media, con lo que se ahorrarán 3.800 millones de euros, menos de una décima parte del dinero solicitado ala Unión Europeapara el rescate bancario del que tenemos que responder todos los españoles, incluidos los pensionistas.
En el blog EQM se dice:
“Muy legal es cambiar la legalidad, ahora, para una nueva frontera, la de los 1000€, según la cual la actualización de las pensiones tendrá este años dos varas de medir: las menores de esa cifra subirán un 2% y las mayores un 1%.
Todo ello con independencia de que el nuevo IRPF las deje, a ambas y en términos reales, recortadas.
Y es que desde que en 1995, unos y otros, se inventaron los Pactos de Toledo para rebajar las pensiones diciendo que las ‘modernizaban’, no hemos dado pie con bola. Todo menos ofrecer alternativas a los ciudadanos en materia de jubilación; menos hacer cálculos teniendo previendo la evolución de la pirámide poblacional; menos aplicar la prospectiva al bienestar; y, sobre todo, menos respetar algo tan sagrado como los principios de irretroactividad de las leyes y de seguridad jurídica; más cuando su incumplimiento afecta a derechos tan vitales, olvidándose, además de que de esas pensiones están viviendo, en plena crisis, familias enteras, miles, que sólo se pueden asir a la paga del abuelo.Una vergüenza.”
Si podemos estar algo más tranquilos de que otros ciudadanos, presuntos chorizos, estén ya a buen recaudo en el trullo, como Díaz Ferrán, que ayer ya pernoctó en Soto del Real, habiendo sido cacheado, revisado médicamente, y recibido un kit de higiene con un peine, preservativos –siempre la moral alta-, jabón, cepillo y pasta de dientes. Seguramente al ambicioso y trilero Díaz Ferrán que pactó recibir 100.000 euros cada mes al vender Marsans ahora no le importaría ser un pensionista, de los de 2522, 89 euros mes –unos 2.100 después de impuestos-, pero con la cabeza alta, aunque con esta gente nunca se sabe: mucha condena no le echarán porque pagan a los mejores picapleitos del planeta y la pasta que nunca se recupera les espera al final de ella.
