Creemos que el Gobierno no tiene necesidad de mentir tanto: que digan que no hay dinero para según qué cosas pero que no alimenten falsas esperanzas, sobre todo cuando dice Rajoy: «Mi prioridad, las pensiones» o que “las pensiones era la «línea roja» que no iba a cruzar por la austeridad”
Lo cierto es que hoy ha anunciado el Consejo de Ministros que 8,9 millones de pensionistas se quedarán sin la paga por la desviación del IPC. Para llegar a este final, antes Rajoy había anunciado en distintos momentos que habría recortes «en todo» menos en las pensiones, que el Gobierno no tiene «intención» de bajar las pensiones o que «No tocaremos las pensiones en este momento«. Y la misma vicepresidenta y portavoz del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, también afirmó hace unos días en una entrevista con la cadena SER que lo último que se debía tocar eran las pensiones, asegurando: »Las pensiones se van a subir y se ajustarán a la subida de la vida»
Otro palo más, por tanto, a los pensionistas que deben pagar 8 o 18 euros al mes por sus recetas, hasta ahora gratuitas que antes habían sufrido la subida del IVA y del IRPF.. Esto hace que la oposición y sindicatos acusen al ejecutivo de mentir a los electores: nada de esto lo llevaban en la campaña electoral y que los profanos piensen que aquí hay un gobierno títere al dictado de las organizaciones económicas europeas encabezadas por Alemania.
Esta última decisión –puede ser aún más grave si somos intervenidos próximamente- es algo catastrófico porque de las raquíticas pensiones de los jubilados no solo dependen ellos sino sus hijos y sus nietos que casi con toda certeza engrosan la cifra de 6 millones de parados o están desahuciados.
Esta gente si, cuando las elecciones generales, prometió sin saber lo que había (pasta) para cumplir, malo. Y si, sabiendo lo que había, mintió prometiendo cosas que no podía cumplir, para conseguir votos, peor.