Las comunidades autónomas y el artículo 155

(- Oriol, me ha escrito Mariano diciéndome que quiere diálogo desde la lealtad institucional…
– Arturo, entonces… envíale un pan con tomate!)

El artículo 155 dice:

1.Si una Comunidad Autónoma no cumpliere las obligaciones que la Constitución u otras leyes le impongan, o actuare de forma que atente gravemente al interés general de España, el Gobierno, previo requerimiento al Presidente de la Comunidad Autónoma y, en el caso de no ser atendido, con la aprobación por mayoría absoluta del Senado, podrá adoptar las medidas necesarias para obligar a aquélla al cumplimiento forzoso de dichas obligaciones o para la protección del mencionado interés general.

2.Para la ejecución de las medidas previstas en el apartado anterior, el Gobierno podrá dar instrucciones a todas las autoridades de las Comunidades Autónomas.

 Con la fuerza de la ley en la mano es inexplicable que nuestro Mariano se muestre tan obsequioso y pusilánime contra los que están quebrantando el juramento que un día hicieron delante del Rey. ¿Qué es una metafórica cadena humana formada por varios cientos de miles de individuos a los que se les ha dicho que el origen de sus males es  pertenecer al Estado más antiguo de Europa y del que ellos son una porción muy privilegiada? ¿O es que los 5 millones de catalanes que se han quedado en casa no cuentan? Hace pocos años estas cosas y los delitos de sedición y traición de los subordinados eran solucionados de formas drásticas y dramáticas. El viento de la historia sopla ahora de otra forma diferente –por lo menos en esta parte del mundo- y lo que tiene que ocurrir es llamar al orden a esos políticos visionarios que quieren hacer un lugarcito en la historia de su región a la que quieren convertir ahora pomposamente en un nuevo Estado de la Unión Europea de la que por ley estarían excluidos desde el minuto uno. Auguro que, más pronto que tarde, y al igual que Ibarretxe, Mas tendrá que volver con el rabo entre las piernas a su torre o masía.

 Todo ello si Mariano –y el Parlamento-cogen el toro por los cuernos, algo que no se ve muy claro si se lee timorata carta Texto íntegro de la carta enviada por Rajoy a Mas que el cartero real llevó a Barcelona…

Un carta que es glosada por EQM de la siguiente manera:

 “Estimado President:”

¿Estimado? ¿Por los más de 5 millones de catalanes que no se manifestaron encadenados y se encuentran indefensos frente a los vociferantes? ¿Por las decenas de millones españoles del ‘resto de España’? ¿Por Mariano? Sr. President a secas, hombre de Dios. Yo le hubiera llamado no más que “President”. Aunque sólo fuere por la Constitución española y/o la soberanía nacional. Que no es poco.

 “Estoy convencido de la extraordinaria relevancia que Cataluña tiene para el conjunto de España […]“.

 ¿Extraordinaria? ¿Volvemos con las autonomías de 1ª? Espero que ello no le estimule al Arturo en su machacona pretensión de exigir, en consecuencia, una extraordinaria financiación, igualmente relevante. Porque Mariano se lo ha puesto a huevos. Sigue el acojone. ¡Y yo creía que la relevancia autonómica era igual para todas! ¡Ahora comprendo por qué a Arturo le da Mariano más financión por capita catalana que a Alberto Fabra por capita valenciana! No se puede ser más torpe. Ni más discriminatorio.

 “Pienso asimismo que los vínculos que nos mantienen unidos no pueden desatarse sin enormes costes afectivos, económicos, políticos y sociales.”

 Otra vez el Mariano con los argumentos contra la independencia basados en la conveniencia, en vez de apelar a la soberanía nacional.

 “Este compromiso con el diálogo adquiere su verdadero sentido desde la exigible lealtad institucional y desde el respeto al marco jurídico que a todos nos protege y que a todos nos vincula, en especial a quienes ejercemos responsabilidades de gobierno.” “[…] considero que el mejor servicio a la legitimidad democrática que usted invoca es precisamente respetar ese marco jurídico en el que los gobiernos hallan su fundamento y legitimidad […]“. “[…] quiero también transmitirle la firme convicción de mi Gobierno de que hemos de trabajar en el fortalecimiento de esos lazos y huir de los enfrentamientos […] desde la lealtad recíproca y el fomento de la corresponsabilidad en las dos direcciones.” “[…] le invito a que ejerzamos responsablemente nuestra función como gobernantes democráticos con lealtad hacia los ciudadanos y las instituciones que representamos […]“.

Mientras Arturo niega tal lealtad, repetidamente, incluso al mismo Jefe del Estado, Mariano repite machaconamente en la melíflua carta la exigencia de una lealtad que el ya sabe sobradamente quebrada por el catalanista. O sea, más ‘jurisprudencia presidencialista’ de que por muy desleal que siga siendo jamás se atrevería a aplicarle el remedio del art 155 CE. Como esto siga así -¿hay alguien ahí?- alguien le va a saltar a Mariano por encima de la chepa. Mientras sigue durmiendo la siesta. Porque alguien tiene que haber, digo yo.

Dos no se pegan si uno no quiere, evidentemente, pero hay ocasiones en las que o el Estado se pega o, ya les digo, reaccionar ante patadas en los cataplines de nuestra soberanía con ofertas de diálogo es como para abastecer a Mariano de vaselina. Con el esquizoide añadido de que Mariano, ya lleva tiempo ‘dialogando’, en la intimidad y en público, con un Arturo desleal al que le exige públicamente por carta que sea leal para poder dialogar con él…

El comportamiento de Mariano con ese no hay mayor desprecio que no hacer aprecio, es de una pusilanimidad de tal envergadura que parece invitar a que Arturo le suelte una pedorreta. Me recuerda al mejor Gila llamando al enemigo:

– ¿Es ahí el enemigo? ¡vamos a llevarnos bien!

Otro tema sería, una vez se cumpliera el imposible de que Arturo fuera leal, averiguar de qué narices va a dialogar Mariano con un Arturo que ha contado hasta al Primer Ministro letón que quiere la independencia.

Me producen perplejidad quienes todavía sostienen, como yo sostenía, que la estrategia tomante de Mariano es la correcta. Ha superado con creces los 100 días y esto ya no se tiene en pie.

Creo que algunos incumplimientos legales de envergadura si atesora Arturo. Y no sólo en materia de consubstancial, la educación. Incumplimiento de obligaciones constitucionales y legales, así como atentados graves contra el interés general de España, es decir, la unidad. Eso dice el 155.

Pero el problema de fondo es que todos los presidentes desde el 78, ni siquiera han mantenido operativa la preceptiva Alta Inspección del Gobierno Central, establecida por la legislación vigente, por no molestar a vascos y catalanes.

Y creo que Mariano no está por la labor, tampoco, de ponerla en marcha, salvo en lo que se refiere a algunos aspectos en materia de financiación autonómica.

En mi opinión, los padres de la Constituciónde de los dos grandes partidos proyectaron el 155 para hipótesis incluso menos claras que la actual catalana, pero con la mera intención de advertir al nacionalismo: y ahora Mariano no se atreve ni siquiera a amenazar con ella.

Arturo no caerá en el error de Ibarretxe de acudir al Congreso. El plan de educar a la población, desde la infancia, en el odio contra ‘el resto de España’, va viento en popa.

En todo caso, y para quienes apuestan por un mayor garantismo, no estaría demás que Mariano aprobara un Decreto-Ley desarrollando el 155, como forma de advertir que por ese camino no hay nada que hacer.

Aunque sólo fuere porque los millones de catalanes que no se encadenaron se encuentran sin defensa estatal frente a los ataques independentistas”

 

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