Lo del Nou Camp: ¿un aquelarre separatista?

– ¿Después de la independencia… exigimos a Messi que haga su publicidad en catalán?
–¡Qué dices! los jugadores del Barça pueden hacer publicidad como quieran! ¡Por eso es más que un club!

Entre los cerca de 100.000 asistentes al partido de fútbol entre el Barça y el Madrid  con toda seguridad habría unos cuantos miles que no comulgarían con el credo separatista que por la vía de urgencia quiere implantar Mas y sus adláteres en la región catalana. En ese sentido se pronuncia un editorial de El Mundo: Cuando un club se presta al juego sucio político”. “Al poner al club al servicio de la causa de Mas, [Sandro] Rosell se ha comportado de forma frívola e irresponsable, y también ha jugado sucio, violentando a los espectadores no independentistas, o ni siquiera nacionalistas que, como es lógico, no pudieron rechazar su parte en el mosaico. Además, ha tomado como rehenes a millones de personas que son seguidores del Barça sin tener nada que ver con Cataluña”.

 Tampoco hace falta  que el ministro García-Margallo diga que  lo ocurrido  en el Camp Nou, claramente «perjudica a España porque ofrece una mala imagen de nuestro país»: es como asar la manteca. Lo que nos faltaba cara a la recuperación de la confianza de los mercados: un país en descomposición al que el FMI pronostica que la  recesión en 2013 triplicará lo previsto por el Gobierno

 El barullo, o el llamado por otros el aquelarre nacionalista del Nou Camp no habrá pasados desapercibido por tanto ni para el FMI  ni para los aficionado españoles que están hasta la coronilla de separatismos – a continuación vendrán los vascos con una mayoría de más de un 70 % entre el PNV y Bildu en la elecciones-  ni para los 400 millones de espectadores de todo el mundo que vieron el evento. Barullo que merece toda clase de comentarios, desde el estrictamente deportivo al político, o ambos mezclados. Así leemos en EQM :

 “Siento curiosidad por conocer el futuro de un nacionalismo sin enemigo que llevarse a la boca para ocultar sus gigantescas carencias. Jubilado. Boadella supo prejubilarse regionalmente a tiempo.

Quizás, ya sin Madrit ni Espanya, se dedicara a exigir a Messi, es un decir, que hablara en catalán. Pero no lo creo, porque eso significaría tanto como que su icono castellanoparlante cerrara uno de los pocos comercios que en Cataluña pueden rotularse en español”

 Losantos lo ve de esta forma desenfadada y en donde La Vanguardia recibe lo suyo:

 «fue un mitin político separatista con unos tíos dándole patadas a un balón. Leo que el ignorante director de La Vanguardia escribe una cosa que se llama ‘fútbol y civismo’ y dice que convertir un partido de fútbol en un alarde separatista es algo cívico».

Incluso «dice que como decía Cruyff, fútbol es fútbol» «no tienes ni puñetera idea de nada, ni de historia ni de fútbol, lo dijo Vujadin Boškov y era entrenador del Real Madrid». Y también aclara al director de  La Vanguardia que «eso de que en 1714 Cataluña perdió la Guerra de Sucesión es mentira, la Guerra de Sucesión fue entre dos partes de España, ni la perdió ni la ganó Cataluña, la ganó el pretendiente Borbón al pretendiente Austria y las Cortes catalanas, ignorante, aplaudieron el Decreto de Nueva Planta y lo hicieron con razón porque desde entonces Cataluña empezó prosperar económicamente».

 Y un par de impresiones más desde el  ultracentrista Libertad Digital , en donde afirma José García Domínguez que “Cataluña resulta ser el último rincón de la península donde aún pervive, ahora bajo el manto del nacionalismo, lo que en tiempos se diera en llamar franquismo sociológico. Añeja forma de proceder que reflejaba la muy peculiar psicología del hombre común enfrentado al autoritarismo del Régimen. Por algo, e igual que cuando la dictadura, el díscolo ante la doctrina oficial tampoco merece la consideración de adversario político, sino la de enemigo de la patria; de la patria catalana, huelga decir. El franquismo inventó su anti-España, la siniestra conspiración judeo-masónico-comunista que, sin tregua ni descanso, maquinaba arteras conjuras contra nuestra dicha. Paranoia de la que el pensamiento hoy hegemónico en Cataluña apenas resulta mero trasunto”.

Emilio Campmany saca sus propias conclusiones en “Lo de gritar ‘In-inde-independencia’ no fue, digan lo que digan los medios catalanes subvencionados, para tanto. Se suponía que lo gritarían en el minuto 17:14 de los dos tiempos. En el primero sí se oyó. Pero en el segundo, supongo que distraídos con el segundo gol de Messi, yo no oí nada, digan lo que digan los compañeros de El Periódico. Cabe la posibilidad de que los separatistas no se hayan enterado de que había que berrear en los dos tiempos, pero digo yo que vaya porquería de patriotas que no se enteran de cuándo hay que bramar por lo que tanto ansían…”

One comment

  1. Más fuerte será la caída. Una pena tener que decirlo, pues hay mucha gente que está totalmente en desacuerdo con ese comportamiento borreguil e incívico y son seguidores fieles y sinceros del Barça. Que se utilice el propio campo del Barça para la exaltación nazzionalista a lo Hugo Chávez, por ahora, mueve a risa y a grima a partes iguales. Nadie les da cancha desde el exterior. Otra cosa fue el millón de almas que, en 1989 logró reunir Milosevic en el Campo de los Mirlos, allá en Kosovo, cuna de la patria serbia, decían. A estos les bastó un pequeño soplo desde el exterior y menudas llamaradas.

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