Mas, virrey de Catalunya, modelo Puerto Rico

No hay mucho más que decir de la deriva secesionista catalana, si acaso que Rubalcaba apuesta por cambiar la Constitución para ir a un Estado federal, o que la Unión Europea  se muestra preocupada por el ruido separatista en España, algo que evidentemente puede influir en su recuperación económica, o las negociaciones de CiU  con ERC, ICV y Solidaritat para dar a conocer una resolución soberanista  que se adoptaría, como hoja de ruta, en el Parlament, y una primicia: Mas NO CREE EN LA INDEPENDENCIA TOTAL, quiere que Cataluña sea un Estado como Puerto Rico, o sea un Estado Libre Asociado a España, pero ¿sabe Mas que en 2007 tanto  el Partido Popular como el Partido Socialista Obrero Español apoyaron la independencia y soberanía de Puerto Rico?

Lo cierto es que si no se soluciona el problema económico esas ansias soberanistas irán a más, teniendo en cuenta que los vascos están ahí preparados con la servilleta anudada al cuello y blandiendo tenedor y cuchillo: el banquete no ha hecho más que empezar, y con lo que tienen ellos y lo que pillen de la previsible liquidación del Estado no los va a reconocer ni la madre que los parió, como diría Guerra.

Mientras tanto se sigue produciendo abundante literatura, casi imposible de resumir en este medio aunque podemos apuntar lo más llamativo, como se intenta siempre, y donde aparecen mezcladas las impresiones de gente de variado pelaje, desde los que quieren enviar ¡ya ¡ a las FF.AA, como las de los que se le llena la boca con el derecho de autodeterminación de los pueblos. Comienza el desfile.

Martín Prieto en La Razón:“Como máxima representación del Estado, el Molt Honorable Artur Mas está pisando lo que literalmente llamaríamos ‘Alta Traición’, golpe de Estado o sencillamente felonía”.

 Juan Juis Cebrián  en un artículo editorial de el País apuesta por un federalismo que estaría formado por Estados que habria que crear previamente -por hoy inexistentes-, sin caer en la cuenta, por otra parte, de que al nacionalismo la igualdad no le vale, como repite constantemente, y que, en consecuencia, o se reserva la consideración estatal en exclusiva para ellos o no se sientan a la mesa por una propuesta que no sea asimétrica, es decir, confederal.

Arcadi Espada en El Mundo por dentro, 230912.

“Entre las reacciones que ha provocado la turbia maniobra electoral del presidente Mas están las de aquellos que, aun rechazándola, se aprestan a decir que debe encontrarse un arreglo para la incomodidad catalana. Y que luego suelen pronunciar la palabra federalismo como la pócima que lubricará todos los encajes. Bien: se les debería advertir de que los primeros enemigos del federalismo han sido siempre los partidos nacionalistas. De ahí que los socialistas catalanes, los mayores especialistas mundiales en el uso del oxímoron, patrocinaran la expresión federalismo asimétrico. No sólo conocen el paño sino que muchos de ellos son del mismo paño”

En realidad, los catalanes son una suerte de españoles estándar: es llamativo que en Cataluña se escriba, por ejemplo, el castellano más gris y más de mi gusto que se escribe en España, libre de anfractuosidades y de los redondeles que deja el café con leche. Ni el corte racial, ni el religioso, ni el sociológico, ni siquiera el idioma (un castellano con virguerías y su poco de acento) subrayan ninguna diferencia sensacional con el resto de españoles. Pero esa homogeneidad no les ha desanimado jamás. Los nacionalistas catalanes ven a los españoles como el antisemita a los judíos: «¡Lo peor que tienen es que en apariencia son iguales a nosotros!».

Gabriela Bustelo en Intereconomía:

 «Lo terrible del mito de Edipo, el hijo asesino, es que el padre conoce su funesto destino antes de dar vida al parricida. Igual le sucede a España que, incapaz de creer en la maldad del retoño díscolo, ha cerrado los ojos ante el peligro (…) Pero esa carne de nuestra carne, esa sangre de nuestra sangre es hoy un pavoroso hijo disfuncional. Ahora al ver al Edipo catalán con el hacha en alto, los aterrados políticos invocan la grandeza del Estado de Derecho. Desde los tiempos de Felipe González el partido socialista ha apoyado con alegría a los apóstoles de la nación discutida que proclaman el localismo como virtud. El maquillaje de una España múltiple y plural se fue implantando en las tiernas mentes de las generaciones jóvenes con la Logse de Maravall, que su adjunto Rubalcaba le ayudó a desarrollar mientras se autonombraba catedrático”.
Y de postre el fino humor de Alfonso Ussía,en La Razón:

«Ignoro a qué Mas se refirió Carlos Cano en este epigrama escrito a principios del siglo XX. ‘A la mujer de Mas, Blas/ la visita por demás,/ y según propios y ajenos,/ para la mujer de Mas/ lo de Mas es lo de menos’. Aquella España deprimida por la pérdida de sus últimas colonias ultramarinas y sus graves desajustes interiores, se lo tomaba todo con mejor humor. El epigrama de aquel Mas no identificado y que lo pasaba bastante mal con su señora esposa, es adaptable a nuestros días. ‘Don Arturo pide más/ or delante y por detrás,/ con objetivos obscenos./ ¿Le dirá Rajoy a Mas/ ‘Mas, lo tuyo es lo menos’?».

“En nuestro idioma común la Generalidad no es la ‘yeneralitat’, ni el consejero el ‘conseiller’, ni la Junta la ‘Xunta’, ni Finisterre ‘Fisterra’, ni Fuenterrabía ‘Ondarribia’ [sic] ni los Mozos de Escuadra los ‘Mossos D’Esquadra’. Bienvenidos sean los usos locales cuando los idiomas autonómicos se hablan, pero desde TVE, Antena-3, Telecinco, Onda Cero o la COPE semejantes cursilerías semánticas no son admisibles. Los editores y redactores de los informativos harían muy bien en saberlo, y mejor aún, en reparar la cursilería buenista de su lenguaje”.

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One comment

  1. Pero, por si acaso, España es de los países que no apoyaron/no apoyan la secesión de Kosovo. Mas, visto lo visto y oído, si MAS la llegara a armar (esto da juego, sí)espero que la OTAN ni ayude a los secesionistas ni bombardee a los constitucionalistas. Que ya existen tales precendentes. Los affaires del 11/S, 11/M, Londres etc, vinieron después. Tenga vd amigos para que le hagan, precisamente, eso. Y a todo esto, ni el J Solana ni el Bill Clinton han sido todavía reclamados por ese alto tribunal de La Haya. Eironeia.

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