Nunca máis, punto final

La sentencia nos dice que no existe responsabilidad penal por los daños de la catástrofe del ‘Prestige‘ tasados en cerca de 5.000 millones de euros, daños que los estaremos pagando entre todos. La reacción generalizada ha sido de decepción, a excepción de la prensa de la derecha o de algunos de sus extremistas voceros, caso de Sostres, que no piden indemnizaciones a la naviera o al armador del barcos y si cargan contra la izquierda  patrocinadora del ‘Nunca Mais‘ impulsora de “esa división debilitadora del Estado, que tan bien le viene a tantos”, según  EQM.

Entre la prensa fundamentalista destaca con brillo propio La Razón de  Paco Marhuenda, portada con fondo negro y una banda azul en la que se pueden ver a sindicalistas, políticos y actores que conformaron el famoso movimiento ‘Nunca Mais’: el fallo deja en evidencia la campaña de los Bardem, Tosar, Beiras o Cándido Méndez para utilizar la tragedia ecológica contra el PP.

ABC y la la imagen del buque hundido y el titular: «Prestige. La Justicia absuelve al Gobierno por la gestión de la catástrofe”

LA GACETA, muestra al  ‘Prestige’ partido en dos y a punto de hundirse: “No hay indemnizaciones ni responsabilidad penal, y la actuación del Estado español, según la sentencia, queda avalada porque «ante una situación de emergencia, tras el asesoramiento técnico más riguroso y capaz, se tomó una decisión discutible pero parcialmente eficaz, enteramente lógica y claramente prudente».

Remata Salvador Sostres en El Mundo, 141113., que opina que la sentencia claramente absolutoria pone punto final a la farsa del Prestige, una farsa política organizada por la izquierda política y cultural para utilizar como siempre el dolor ajeno con el único fin de insultar al Partido Popular:

 “Lo que se presentó como una tragedia de consecuencias irreparables fue un accidente y hoy están más limpias que nunca las playas manchadas. Lo que se presentó como la mala gestión de una crisis fue una mentira más de la izquierda ecoprogre: el Gobierno ayudó de un modo eficaz a los pescadores y el Partido Popular ganó las siguientes elecciones municipales en la mayoría de los pueblos afectados.

Lo que se presentó como un crimen ha quedado exento de cualquier responsabilidad penal.

 Lo que nunca máis tendría que volver a repetirse, en un Estado de Derecho como España, son estas repugnantes operaciones de acoso y derribo con que la izquierda intenta barrer del poder a la derecha cuando gobierna. Lo que nunca máis tendríamos que volver a tolerar es esta persecución de raíz totalitaria con que los socialistas convierten al adversario en enemigo, y el intercambio de ideas que enriquece el debate público, en una cacería sin escrúpulos que en su paradigma moral recuerda tenebrosamente a la facilidad con que la FAI te venía a buscar por ser empresario o católico.

Que la farsa puesta al descubierto del Prestige sirva de escarmiento a tantos y tantos españoles de buena fe que alguna vez se tragaron la terrible demagogia socialista, con sus trampas y sus pegatinas.

 Ni la guerra de Irak fue un genocidio, ni el hundimiento del Prestige fue un crimen, ni el atentado de Atocha fue culpa o responsabilidad de Aznar por su foto en las Azores.

Con la guerra de Irak acabamos con un dictador que masacraba a su pueblo, aquellos hilillos de plastilina desaparecieron casi tan rápido como se crearon, la culpa de cualquier atentado es de quien pone las bombas y el occidente fértil libra su batalla más crucial precisamente contra Al Qaeda y el islamismo en general.

El no saber perder de la izquierda y su permanente tensión prebélica, y que el PSOE continúe siendo la única alternativa de gobierno, nos aleja de la homologación europea y nos devuelve al sórdido atraso de la checa”

One comment

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *