Casi todo el mundo: los jóvenes. los políticos, los artistas, los deportistas, la fauna de la prensa del corazón, los periodistas, utiliza la redes sociales. Hace diez años no nos hubiésemos imaginado que redes sociales como Facebook o Twiter podrían llegar a manejar tantos datos nuestros como ocurre en la actualidad y esto puede ser hasta peligroso: cuántos padres no tienen la más mínima pereza en exponer sus retoños ante el mundo cuando este está tan lleno de depravados pederastas…
A pesar de sus peligros, ¿quién no tiene hoy una cuenta, o dos, o tres, en las redes sociales?, cuya relevancia la da el hecho de que las palabras más buscadas en Google sean Facebook, Twiter y YouTube, redes donde la humanidad pasa el 22% del tiempo que dedica a internet…
Pero las Redes Sociales, en donde puede entrar todo el mundo, a veces peligrosamente y otras muchas dando entrada a variadas estulticias, están hoy revolucionadas porque nada menos que el prestigiosos filósofo, profesor y novelista, Umberto Eco ha emitido una teoría que, desde hacía ya mucho tiempo, estaba flotando en el ambiente: que internet había abierto la puerta a una «invasión de imbéciles»:
«Las redes sociales le dan derecho de palabra a legiones de imbéciles que antes hablaban sólo en el bar después de un vaso de vino, sin dañar a la colectividad, enseguida los callaban, mientras que ahora tienen el mismo derecho de palabra de un premio Nobel. Es una invasión de imbéciles» «si la televisión había aprobado al tonto del pueblo, ante el cual el espectador se sentía superior, el drama de Internet es que ha aprobado al tonto del pueblo como el portador de la verdad».
Y eso lo comprobamos a diario en que hay muchos «tontos del pueblo» aupados en las más altas esferas políticas, económicas y sociales…, nombres que están en la mente de todos. Y lo malo es que en España suele ocurrir que hasta el más tonto hace relojes y encima, apalea millones…
