Con más frío que el mes de enero
y vive frente Ballesteros…
En el colegio de la Puerta Teba, antes de llamarse de San José, nos proponía Gonzalo González Romero este acertijo. Él estudiaba 4º de Bachillerato en 1951. Posteriormente hizo derecho en Granada, se alojó en el Colegio Mayor San Bartolomé donde Alfonso Padilla Serra tuvo alguna responsabilidad. Estuvo preparando un tiempo Notarías.Se aburrió y se fue a vivir a Barcelona, a ejercer la abogacía con gran brillantez y a los negocios.Pertenecía a una familia muy querida para mí, comenzando por el padre, Pepe González, hombre ocurrente y despierto donde los hubiera y terminando por Gonzalo,Pepe Luís,Carmina…De calle Guzmánez pasaron a Madrid y después se fueron perdiendo las pistas.
Y no es que me pase aquello que escribió Cervantes, despidiéndose de la vida, cuatro días antes de morir, en la dedicatoria que le hizo al conde de Lemos, en los «Trabajos de Persilers y Sigismundo:
Puesto ya el pie en el estribo
Con las ansias de la muerte
Gran señor, esta te escribo
No, es que en las noches de invierno-ya nos vamos acercando al invierno de la vida-y en insomnios provocados por apurar tanto el tiempo,por sacarle más jugo a las horas-ya descansaremos cuando el tiempo se acabe- se vuelve la vista atrás y surgen los buenos recuerdos, los entrañables y que el diablo se lleve a los otros(a los recuerdos), aunque Sartre dijera que «l’enfer,c’est les autres», el infierno son los otros.Unas veces sí y otras no