Francisco Ayala: Lo abandonó el tipo cuando encaraba los 104 años

FRANCISCO AYALA

Cuando cumplió 100 años se  organizaron unos actos en su honor en la Biblioteca Nacional y pronunció las palabras “Aguantando el tipo” ante quienes acudieron a escuchar la conferencia inaugural que abrió Mayor Zaragoza sobre el ciclo “Meditación sobre la libertad”. Y como lo que importan son las palabras del homenajeado, estas son que dedicó a los asistentes entre los que figuraban los Reyes de España:

«Espero que comprendan que estoy abrumado por tanta bondad, y por tan bonitas palabras y sólo les puedo decir gracias, gracias a todos»,
«Nunca debe perderse de vista que el problema de la libertad es, ante todo, un problema de índole moral. El estímulo y resorte último de la libertad se encuentra en el fondo del alma humana”

Por la parte que nos toca y como una pequeña reseña biográfica diremos que era el primogénito del matrimonio formado por Francisco Ayala Arroyo, del pueblo malagueño de Campillos, y María Luz García-Duarte González, natural de Granada. Lo cuenta el propio Ayala: «La boda de mi madre se celebró sin demora, en familia, y con el triste recato impuesto por el luto».

La razón es que acababa de morir su padre, el abuelo del escritor. Es el primer dolor familiar que conoce el autor. Sobre los muchos que siguieron escribiría: «Un silencio tan denso, tan consistente, me hace sospechar algún sufrimiento oculto de esos que las familias envuelven en deliberado olvido, pues mientras que la memoria del abuelo estaba rodeada por un halo de general y muy respetuoso afecto, de su mujer, que, sin embargo, le había dado hijos numerosos, a nadie -no sólo a mi madre, sino a nadie- le oí jamás referencia alguna, hasta el punto de que ni siquiera conocía yo su nombre». Su familia ha sido sumamente importante en su obra. Al igual que sus padres, con ideas de vida completamente antagónicas, y su casa que, con el paso del tiempo, se convirtió en el paraíso de la memoria. Las hermosas páginas de ‘El jardín de las delicias’ dan, por ejemplo, buena muestra de ello”

Francisco Ayala se erigió como uno de los escritores más importantes en lengua hispana, cosechando numerosas menciones por la calidad semántica y formal de sus escritos como demuestran el Premio de la Crítica en 1972, el Premio Nacional de Narrativa en 1983, el Premio de las Letras Españolas y andaluzas en 1988 y 1990 respectivamente.

Y ahora cuando encaraba los 104 años y «gozaba de relativa buena salud» una bronquitis que le afectó el mes de agosto ha acabado poniendo fin a sus fructíferos días en los que fue uno de los grandes escritores españoles del siglo XX.

Precisamente al cumplir sus primeros 103 años tuvimos el honor de dedicarle el siguiente post: A Francisco Ayala: No todos los días se cumplen 103 años

y a los 102: Francisco Ayala García-Duarte,102

Que parte de los genes de este ilustre escritor, lúcido hasta el final, se comenzaran a gestar en Campillos, en la calle Enmedio, es un motivo más para sentirnos orgullosos.

 

 

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