Campillos y Cela se encuentran en el callejero

la familia de pascual duarte

La elección del nombre de  Camilo J. Cela para el Instituto del pueblo fue algo polémica y para más inri también bautizaron una importante avenida con el de una obra suya, el de Familia de Pascual Duarte.Temo que al que se le ocurrió la idea podría también haberle puesto a otra calle el nombre de la burra que fue apuñalada en la citada obra a petición de la Sociedad Protectora de Animales y Plantas.

Quizá en los entresijos del nombramiento haya algo que pueda ser interesante conocer, como el de quedar bien a costa de otros o el de agradecimiento por servicios prestados o lisa y llanamente porque sí. Pero alguien podría explicarnos a qué se debe este empacho de Cela, por muy premio Nobel que fuere..
 
Este autor, para hacer caja y mientras preparaba su maravilloso “Viaje a la Alcarria ” se dedicaba a unos menesteres “non sanctos”, y no hablo sólo del deporte nacional de la delación en aquellos tristes y sombríos años 40 que dicen que él practicaba sino otros tremendos detalles de su personalidad que en los últimos años superaron a su obra aunque en su juventud ya estuvieran latentes o expresos, como el juicio que le mereció el asesinato de uno de los escritores españoles de más talla internacional, Federico García Lorca: “Es solo un maricón”, tendencia homófoba que resurge en 1998 y precisamente en unos comentarios sarcásticos también con García Lorca por medio ante la presencia de homosexuales en los actos conmemorativos del centenario de Federico. Dice el Nobel español: “si alguien me homenajea  en el futuro no me gustaría contar con el apoyo de gays aunque no estoy ni a favor ni en contra de sus reivindicaciones: «Me limito a no tomar por el culo. Preferiría una conmemoración más sólida, mucho menos anecdótica y sin apoyo de los colectivos gays». Y que no me fusilen, claro, una de mis aspiraciones es morir de viejo y no asesinado como el pobre Federico».
 
Esto no le gustó al colectivo gay que calificó estas declaraciones de  groseras, reaccionarias, desafortunadas, absurdas, impropias, repugnantes, gratuitas, intolerantes, asquerosas y fuera de lugar o a escritores como Maruja Torres que declaró: «Es mucho más digno tomar por el culo que lamerle el culo al poder, como Cela ha hecho tantas veces» o Terenci Moix  que decía: “Era evidente que su ano puede descansar tranquilo. Y, por supuesto, libre, desocupado. ¿Lo estuvo siempre? Cierto que escapó a esa agresión que todo macho de ley debe temer como a la peste, pero parece ser que don Camilo le dio cierta utilidad en el pasado. Es leyenda y es de fama que una de las gracias preferidas del Nobel consistía en tragarse líquido por el recto y expelerlo después. No sé qué diría un buen psiquiatra de semejante pasatiempo.”
 
Y retomando el nombre del callejero diré que en el pueblo, en calle Santa Ana, nació una enorme figura de las letras a la que todavía no se le ha prestado gran atención,-una placa en la pared- : José Maria Hinojosa. O Francisco Ayala, que también  ha estado sonando para Premio Nobel de Literatura y cuyo padre nació en la calle Enmedio. Y algunos otros, y no quiero ser lugareño, que han estado muy vinculados a Málaga como Jorge Guillén, V.Aleixandre, etc.
Y después de haber apurado estas posibilidades haber ido a Galicia a por Don Camilo mas no a por su viuda doña Marina, pero eso es ya agua pasada, pelillos a la mar y transitemos alegres por las calles de su nombre rumbo a la Ruta del Colesterol.

Sé que para muchos este es un asunto menor pero ahí está y no ha venido mal recordarlo. A la espera estoy de que Rafael Jordán nos exponga otros de Campillos que se pueden remontar al siglo XVIII en el que hay abundante documentación y donde por robar cualquier minucia el juez te metía en la cárcel y en estos tiempos en que gente que lo hace a mansalva resurge pocos años después con más dinero aún y dando clase de honradez y queriendo comprar todo lo que se le pone por delante. Son cosas de la maravillosa España.

Y por último un ruego: pido disculpas por haber empleado más arriba términos de mal gusto, incluidas algunas referencias rectales pero así se expresan nuestros escritores, o aludir a esas prácticas escatológicas que traían entre manos, o por lo menos se las atribuían.

PD.  Muchas de las claves de esta elección las tiene el escritor y filósofo  César Rodríguez Docampo , también procedente de las brumas gallegas

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *