Si estamos cediendo motu proprio (sic, ni “de motu”, ni “propio”, como escriben tantos plumillas a los que el latin les suena a chino), esta tribuna bloguera a todo el que quiera expresar su opinión sobre la guerra no declarada de Afganistán, y siendo el último de cierto renombre , sobre todo en los reducidos cenáculos de la izquierda, el belicoso y correoso Antonio Romero, conocido además de por su lengua mordaz por su confesada afición a la cacería con galgos, nada que ver con el Pollo Romero, Romero Robledo, aunque sí por la proximidad geográfica de sus nacimientos, que ayer le atizó a modo a ZP, a quien la muerte de dos de los nuestros lo ha sorprendido preparando las maletas para la Cumbre para la cual no había sido invitado en primera instancia, hoy, nobleza obliga, nos vemos impelidos a conocer la opinión de la también brava, luchadora, en las antípodas estéticas del galguero Romero, Cospedal, sobre un tema tan vidrioso como es éste del conflicto, lo llamaremos ahora a la manera vasca, de Afganistán, en la creencia de que su opinión vendrá bastante lastrada por el peso que el nombre de Irak tiene sobre las filas de su partido popular que por decisión irreflexiva aznariana está unido a su política, en contra del más del noventa por ciento de la población de entonces.
Es muy humano, por otra parte, que una vez celebrados los funerales de los dos soldados,[youtube]http://www.youtube.com/watch?v=WtaZbNMnVD8[/youtube]
quieran rentabilizar el contratiempo y comiencen, subrepticiamente o no, una campaña de desprestigio del actual Ejecutivo, aunque desde luego no opinamos como el director del plural.es que afirma que parece irresisttible una tendencia a la derecha hacia la necrofilia o que el PP desee más pronto que tarde pasar a ZP factura por los muertos en Afganistán.
Así nos limitaremos a señalar que María Dolores de Cospedal, número 2 de los populares ha dicho que Afganistán es un “escenario bélico” y de “guerra abierta”, donde “el enemigo quiere acabar con nosotros”. “No en vano han muerto casi 90 españoles”. “Las tropas españolas tendrían que tener todo lo que está a su alcance para la mejor defensa posible”.
Entre los noventa españoles fallecidos, De Cospedal incluye los 75 muertos que componían el pasaje del Yak-42 –algunos integrantes de la tripulación eran ucranianos-, cuando ese avión se estrelló en territorio turco, siendo ministro de Defensa Federico Trillo y presidente del Gobierno, José María Aznar.
Por su parte Enric Sopena afirma que “la inmensa mayoría de los españoles saben perfectamente que Afganistán es un polvorín muy peligroso. Conocemos que allí se desarrolla una guerra y que el fundamentalismo islámico facilita que haya terroristas suicidas. Afganistán es un país que arrastra guerras e invasiones desde hace décadas. Está controlado por talibanes y el riesgo es enorme, naturalmente. Pero nuestros soldados no disparan un tiro contra nadie, salvo para repeler una agresión; o sea, en defensa propia. Sus tareas son humanitarias o de paz y dedican sus esfuerzos a mejorar la paupérrima infraestructura de un país castigado por unos y otros.”
“…Hurgan en cualquier herida. Actúan a menudo como aves carroñeras. Quieren quitarse como sea el estigma de Irak y quieren, como sea y al precio que sea, volver a disponer del poder político. Insultan a la ministra de Defensa, Carme Chacón, a la que la llaman antiespañola y separatista. Sueñan con que Afganistán se convierta en la tumba de Zapatero, como lo fue Irak primero de Aznar, luego de Toni Blair y hace unos días de George W. Bush. Incluso olvidan el Yak-42 y, por supuesto, difuminan y tratan de borrar las mentiras que propagaba Aznar para justificar la invasión de Irak. Aznar fue un activo pregonero de aquella guerra. De aquella gigantesca tomadura de pelo, inspirada por la cuadrilla neocon, que tanta sangre costó y continúa costando.”
