Cuatro pájaros de un tiro: Serrat, Sabina, Dragó y Sostres

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 Los “dos pájaros” Serrat y Sabina –por orden cronológico-  se han abonado a las costumbres aznarianas de hablar mal o regular de los asuntos de la patria. Aunque estén en el polo opuesto ideológico del presidente de FAES, hay ocasiones es que estarían más guapos callados. Bien está que apoyen al gobierno de “la de los labios gordos” – definición de Carlos Herrera de la  Kirchner- en el asunto de las Malvinas, pero que “no se pueden posicionar en contra cuando  estatalizan algo que era de una multinacional», ya suena peor. Tampoco creemos que hayan estado acertados al afirmar que «España está como el culo, muy mal”. Eso no es bueno para las inversiones. Y lo mismo que se lo criticamos al de la guerra de Irak, cuya boca se le calentaba con facilidad cada vez que se subía al avión para hablar mal de la España de los socialistas, se lo afeamos ahora a estos dos afamados  titiriteros.

Creo haber sido más justo con esta denuncia que el antaño falso secuestrado –aquello fue delirante, váyanse a las hemerotecas- José Luis Martín Prieto, que les endilga:

Dos bardos oportunistas en dueto por esas geografías, Serrat y Sabina, han declarado su satisfacción por el despojo sumándose a los que estiman que Argentina no tiene que pagar nada por el expolio. No sé dónde estos dos pájaros cantores pagarán sus impuestos cuando trinan por esas tierras, pero serán recompensados. Sabina juega en segunda división, pero Serrat en Buenos Aires es Gardel y sus palabras son dañinas. Nos llamaban gallegos despectivamente y ahora españoles como colmo de la infamia. Con la ayuda de los bardos el antiespañolismo ha sentado base en el Río de la Plata. Cornudos y apaleados”.

La victoria socialista en Francia puede que traiga efectos benéficos para Europa  al ser un freno para alocada política económica de Angela Merkel y suponga una  reorientación de la misma. Al parecer ha sentado muy mal a la derecha. Por lo menos dos de sus más histriónicos voceros ya han comenzado a largar tontunas y fantasías sobre tal hecho. Así Fernando Sanchez-Dragó proclama:

“Si Hollande se instala en el Elíseo, cosa que aún me resisto a creer, Europa será a partir de tal mudanza una parapléjica con el espinazo quebrado a la que no le quedarán más salidas que las de la eutanasia, el harakiri o la voladura” “Hollande es un zapaterito, un precioso ridículo, un personaje de Molière, un político sin atributos, un demagogo tan blando como el queso de Brie, un beignet á la créme. Da grima verlo y escucharlo” “La gente, sépalo o no, quiere que vuelva Churchill, que llegue alguien con la autoridad y la sinceridad necesarias para pedir sangre incruenta, sudor a mares y lágrimas que sean como las de una Escarlata O’Hara decidida a reconstruir lo que el viento de la crisis se ha llevado (…) Me resisto a creer, ya dije, que nuestros vecinos, siempre tan cartesianos, tan burgueses, tan conservadores, tan imbuidos de bon sens, entreguen a un bobo ilustrado las riendas de su país, pero también Cataluña era famosa por su seny, y ya ven. Après Hollande, le déluge. ¿Me despertaré mañana, por hoy,  en una Europa difunta? Yo no puedo despejar esa incógnita. Ustedes ya conocen la respuesta”

Y el rollizo y garbancero Sostres hablando del sacrificio ajeno:

“Hollande va a fracasar como han fracasado los socialistas y los socialdemócratas siempre que han tenido la posibilidad de gobernar. Si los franceses han pensado que votando rojo se ahorrarían los sacrificios que Sarko recetaba, van a conocer lo que verdaderamente es el sacrificio, y la privación, y pasar auténticas necesidades una vez Hollande haya puesto en práctica sus políticas nefastas y haya hundido a Francia mucho más de lo que ya lo estaba”.

 

 

One comment

  1. Esperemos que no funcione la (dicen)estrategia de la neonazi Le Pen, deseosa más que nadie que Sarkozy fuese derrotado, avizorando ya en el horizonte las legislativas de junio, con una derecha democrática falta de líder y ella al acecho de millones de votos procedentes de los desencantados. Por Dios, que no sean encima tontos los franceses, en plan griego, dándo sus votos a los extremos (siempre y cuando no sean Gento o Gaínza)o me veo haciendo de nuevo las maletas. Pero esta vez hacia ninguna parte. Saludos

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