Del olfato del pueblo llano a la hora de la elección

ric costa y camps

sonia castedo

Los políticos son una de las primeras preocupaciones de los españoles, algo que se contradice con lo que votan en algunas ocasiones: a aquellos que se pasan largos años y con total impunidad en cargos públicos sin que la justicia los alcance pues son más rápidos que ella, a aquellos de los que se conocen sus trapacerías porque han sido cazados in fraganti gracias a los sofisticados medios tecnológicos de que dispone la policía o a esos otros de los que el Tribunal Supremo dice que son una prolongación de ETA, llega otro tribunal y los absuelve por un voto de diferencia  y después arrasan en las urnas. En un caso y en otro el pueblo llano es soberano pero con un olfato muy particular.

A Bildu no nos vamos a referir sino más bien al terrorismo económico que se practica en casi todas las latitudes del Estado siendo la más llamativa –será porque la luminosidad de la tierra invita al despiporre– la del levante español de la que tanto hablan en estos día los medios y los analistas políticos.

Así Escolar se refiere, por ejemplo, a “las Corts valencianas donde están  el molt honorable Camps y su compañero en el caso de los trajes, el elegante Ric Costa. Les acompañaban, con una amplia sonrisa y una mayoría absoluta igual de amplia, los imputados en la Gürtel la presunta financiación ilegal del PP: sus señorías Vicente Rambla, vicepresidente de la Generalitat; David Serra, vicesecretario del PP valenciano; Milagrosa Martínez, expresidenta de las Corts; y Yolanda García, tesorera del partido. Se les acusa de tonterías como el cohecho, la prevaricación, el delito electoral o la falsificación de documentos. Esperan el juicio sentados, en el escaño.

En parecida situación, pendientes de lo que vaya a decir un tribunal, están también sus señorías implicados en el caso de la basura alicantina, el caso Brugal: Luis Díaz Alperi y su sucesora al frente de la alcaldía de Alicante, Sonia Castedo. Son amigos y compañeros del imputado empresario Enrique Ortiz  “la polla insaciable”, según su propia definición).También Jorge Bellver, teniente de alcalde de Rita Barberá e imputado por un presunto delito urbanístico; y Pedro Hernández Mateo, exalcalde de Torrevieja imputado por un presunto tráfico de influencias en una millonaria operación. Y Juan Cotino. Una empresa de su familia, la constructora Sedesa, está también implicada en la Gürtel porque presuntamente pagó facturas de la campaña del PP. La primera decisión de Cotino ha sidocolocar un crucifijo y una Biblia en la mesa presidencial de las Corts.

La Gürtel, el “caso Brugal”…De ambos unos diarios tan serios y prestigiosos como El Mundo o El País no paran retrasladarnos las intimidades que vía telefónica vuelcan incesantemente sobre las grabadoras de la policía, no sólo aquella de la polla insaciable, sino que, siguiendo con sus “complementos”, aquella en que el  exalcalde de Alicante Luis Alperi dice que ““Le regalé un reloj a Ric Costa porque me pasó a mí por los huevos”

Ricardo Costa asegura ahora, como ya hizo en su día, que el regalo no está vinculado al caso Gürtel. “Me lo regaló Alperi, con motivo de la Volvo Ocean Race  “El reloj no es de oro, sino de acero. Y no cuesta 20.000 euros”,.( La exclusiva de la venta de este reloj la tiene el establecimiento Joyeros Amaya, ubicado en el centro de Alicante, informa Santiago Navarro. Un empleado del comercio confirmó este extremo, pero declinó dar más detalles. Según la web Cronomundi, sólo existe una versión de este reloj, en oro rosa, y el precio oficial son 25.400 euros.)

El Mundo dice bajo la foto del diputado del PP, Luis Díaz Alperi, que “La mala imagen de los políticos  alcanza su récord histórico”. En el Parlamento valenciano, por ejemplo, diez implicados por causas de corrupción tomaron ayer posesión de sus escaños, entre ellos el presidente de la Generalitat, Francisco Camps. Eso sí, Juan Cotino, miembro del Opus Dei, santificó la estampa con un elegante crucifijo, que se hizo poner en la mesa presidencial. Como si su cargo institucional no le obligara a mostrar un mínimo respeto a quienes no son católicos, y que representan con su acta a unos ciudadanos que les han votado por ser lo que son. Doble desvergüenza en esa Cámara,que ya es de los horrores. Fuera, dos mil jóvenes mostraban su indignación en las puertas del Parlamento”

 

 

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