Rajoy: «Antes a nadie le importaba la prima de riesgo»

También ha dicho hoy el mismo Rajoy: “Hablo con líderes y no se plantea un rescate a España”, sin embargo, la prima de riesgo que hoy amaneció en 507 puntos, ha cerrado finalmente en 482 tras marcar el marco histórico.  Por lo pronto cada vez vamos cediendo más soberanía: El Gobierno cede al BCE la tutela de la reforma financiera española

¡Ay, qué tiempos en que nuestros bancos eran los más saneados del mundo, y en nuestro país era tan fácil hacerse rico…!

Isabel Lafont analiza así la situación:

«Un cóctel explosivo, con la convocatoria de nuevas elecciones en Grecia y el temor a que la banca española no sea capaz de sacar adelante su saneamiento sin ayudas públicas como ingredientes, ha sido la excusa que hoy han tenido los mercados para impulsar hoy en la apertura la prima de riesgo española, que ayer cerró en 485 puntos básicos, hasta los 507, máximo histórico. Con la escalada, el interés que los inversores exigen a los bonos españoles a diez años —cuya diferencia con los alemanes del mismo plazo determina la prima de riesgo— ha llegado a subir hasta el 6,508%, desde el 6,322% de ayer, nivel que no alcanzaba desde finales del pasado noviembre, y que coloca a la deuda española en un peligroso nivel que el mercado relaciona con la necesidad de una intervención internacional, dada la pesada carga de los intereses que implica para un país. Al final del día ese rendimiento se quedaba en el 6,2%.

La tensión no se ha prolongado y partir de su máximo, la prima, referencia de la solvencia de la deuda soberana, ha enfilado un descenso, en medio de rumores -no confirmados- sobre una reunión extraordinaria del Banco Central Europeo (BCE) en la que podría tratarse la utilización de medidas para aplacar las tensiones del mercado de deuda. Hoy se ha celebrado la cita semanal del Consejo de Gobierno del banco central, pero no ha trascendido ninguna decisión. Al final de la sesión, el diferencial con la deuda alemana se situaba en 482 puntos.

El Ibex 35, principal índice de la Bolsa española, que ha abierto con una caída del 1,1%, arrastrado de nuevo por los valores bancarios, ha llegado a ceder un 2,45% por la mañana, hasta 6.536,2 puntos. A partir de ese momento, las pérdidas se han ido recortando e incluso han llegado a convertirse en ganancias en algún momento, aunque el día se ha saldado con una caída del Ibex del 1,33%, hasta 6.611,5 puntos, lo que mantiene el indicador en niveles de 2003.

Los valores bancarios han protagonizado la jornada, esta vez como nota relativamente positiva, ya que han conseguido aminorar el ritmo del castigo de los últimos días, con excepción de Bankia, que prosigue su descalabro tras ser nacionalizada la semana pasada: hoy ha perdido un 11,12%. Le siguen en pérdidas Bankinter (-4,8%), Santander (-1,8%), Caixabank (-0,7%) y BBVA (-0,41%). Sabadell ha logrado mantenerse sin cambios y Popular se ha anotado incluso un avance del 0,6%…

Lo cierto es que los inversores discriminan los países que consideran más seguros y prueba de ello es que el Tesoro francés ha colocado hoy deuda por importe de 7.996 millones de euros a tipos inferiores a los de la subasta previa del 19 de abril, en la primera emisión que realiza desde que el socialista François Hollande ganar las elecciones presidenciales.

Concretamente, las emisiones a dos y cinco años se han colocado al 0,74% (frente al 0,85%) y al 1,72% (frente al 1,83%), este último tipo es el más bajo desde la creación del euro. Por la referencia a cuatro años se ha pagado un 0,95% (un 1,06% el 19 de abril) y por la que vence en 2017 un 1,37%.

El Tesoro Público español espera captar mañana entre 1.500 y 2.500 millones de euros en bonos y obligaciones con vencimiento en 2015 y 2016.

La última vuelta de tuerca impuesta al sector financiero, que supone la dotación de provisiones adicionales por importe de 25.000 millones de euros, se considera insuficiente para que los balances de las entidades reflejen la verdadera valoración de mercado de sus carteras. El aumento de las coberturas anunciado la semana pasada por el ministro de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, es el segundo intento de su Gobierno de acometer un saneamiento de las carteras crediticias de los bancos españoles, infladas tras la burbuja inmobiliaria de la década pasada, y supone la cuarta reforma financiera desde 2010.

Pero las medidas no han satisfecho a los inversores, que esperaban medidas más contundentes, no un mero refuerzo de provisiones que se consideran insuficientes.

Guindos señaló ayer en Bruselas, donde participó en la reunión de ministros de Finanzas de la UE, que el elevado nivel de la prima de riesgo de España no es sostenible y reclamó colaboración para frenar un posible contagio de la crisis griega. Guindos eludió concretar si estaba pidiendo al Banco Central Europeo (BCE) que reanude sus compras de deuda española, petición generalizada del sistema financiero español.

El ministro reiteró el compromiso total del Gobierno español de cumplir el objetivo de reducir el déficit al 5,3% del PIB este año y al 3% el año que viene, a pesar de que la Comisión Europea prevé que el desfase será del 6,4% en 2012. Según el titular de Economía, la Comisión «no está teniendo en cuenta el cierre definitivo de los presupuestos de las comunidades autónomas»

 

 

 

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